martes, 3 de enero de 2023

RELEYENDO FAVORITOS II


 EL MENSAJE DE LOS PÁJAROS 

El milenario y silencioso mensaje de los pájaros fue llegando a su entendimiento y compañía como una brisa hecha de palabras... Eran pájaros, maravillosos, destellos de la hermosura del mundo...”. El rey Gracián fue capaz de recordar el mensaje de los pájaros palabra por palabra ( J.M. Gisbert).

El anciano rey Gracián -protagonista del cuento de Gisbert El mensaje de los pájaros- premio nacional de literatura infantil y juvenil, y toda su obra del Cervantes 1997, era el afortunado receptor de este mensaje. Y aunque era un monarca pobre, lo aceptaba y no se  sentía triste.  Lo que más le gustaba era  pasear por las almenas del castillo, y sobre todo, pasear por los frondosos bosques que lo rodeaban para observar los bellos pájaros, admirar los colores de sus plumas y deleitarse escuchando trinos, gorjeos y cantos... En ellos encontraba la belleza más sencilla y agridulce, la armonía más pura, la mejor música y más agradable del mundo”....

Los pájaros de los bosques eran sus súbditos predilectos y también, debido a su soledad sus mejores amigos”. Si bien los amigos de verdad, y fieles servidores,  eran tres: Ayael, Magrís y Lucio.

Ayael era un buhonero que siempre ha vivido de la venta, de aldea en aldea, de lugar en lugar en lugar. Hoy aquí, mañana allá…”. “Ya soy demasiado viejo para seguir llevando esta vida de mercader ambulante… Voy de regreso a la lejana  aldea de Anatolia donde nací. Necesito aligerar el carromato. Vendo  a buen precio lo que me ha quedado…”.

(El rey  se quedó con “una red de finísimos y resistentes hilos de plata. Es casi invisible. Solo se ve bien cuando el sol le da de lleno”....” Sirve para capturar los más bellos pájaros y los de más exquisito y sugestivo canto”).

Pág. 33: Ilustración de Chata Lucini
Magrís era“el muchacho del bosque que parecía un vagabundo de los bosques, y aunque era muy joven, casi un niño… conocía  los cantos de cientos de pájaros e imitaba a la perfección los trinos, gorjeos y cantos de muchas especies con las catorce flautas de madera y hueso que llevaba en su zurrón. Siete de ellas, apodadas por el nombre de los siete pajaritos cuyas melodías hacían las delicias del rey su amigo y que caían en la red de plata del castillo: flauta jilguero, flauta ruiseñor, etc., etc.. El estornino fue el primero que cayó en la red de plata y el jilguero, el anunciador del mensaje de sus compañeros: ( “Si me dejas escapar, dentro de unos días sabrás algo que nunca olvidarás”). Además, el rey y Magris eran caminantes hechizados por el silencio del bosque”.

Lucio era el modesto, noble y honrado criado que se nos autopresenta como sigue: No soy más que un ignorante campesino y penitente, pero me ofrezco a serviros en lo que pueda”... -“No tengo mala voluntad ni le hago mal a nadie. Y si en algo ofendo o molesto, espero ser perdonado”.

Los  lectores, amigos de este blog, se sentirán escandalizados, viendo que el presente capítulo es parcial -simple, lisa y llanamente- copia literal del famoso cuento de Gisbert. Razón quizás no les falte. Pero lo que sí es cierto, o al menos así lo interpreta y siente este anciano bloguero, que  desde niño “soñaba con nidos y quería aprender a volar” (v. capítulo del blog), es que los pajaritos -con sus casitas (los nidos), sus plumajes y sus cantos- eran y continúan siendo sus amigos.

Así mismo, y perdón por la redundancia, cierto es también que, casual y curiosamente,  “los siete preciosos pájaros” que en el profundo corazón del bosque  aguardaban en un mismo árbol  al noble y bondadoso monarca contaban, cuentan y continúan figurando entre mis  predilectos. Tales siete eran:

  • un estornino 
  • un petirrojo 
  • un jilguero 
  • una alondra
  • un ruiseñor 
  • un mirlo y 
  • una calandria                                                                                                        

Y precisamente todos ellos -y ¡muchos! ¡muchísimos más…!- eran, y continúan siendo mis amigos inseparables.

En el Libro de la Vida de cada cual -continúo citando de “Los mensajes de los pájaros”- hay una página en blanco que está siempre esperando”.

El rey Gracián era capaz de recordar el mensaje de los siete pájaros palabra por palabra... Prueba y testimonio de ello, y como colofón al “Mensaje de los Pájaros” es el  capítulo último “Últimas palabras”palabras de despedida del bondadoso Rey Gracián, sabios Consejos, dirigidos a amantes de los pájaros de todas las edades, idiomas y lugares, países y paisajes: 

El monarca enamorado  de los pájaros:

  •  Encontraba cada día un motivo para admirar el mundo.
  • Sus ojos buscaban siempre el asombro, la hermosura, algo con lo que enamorarse.
  • Degustaba 
    • sentir la respiración del tiempo
    • ver cambiar la luz con el paso de las horas
    • contemplar fijamente los crepúsculos y las auroras
    • beber el perfume de las noches y…
    • ¡Extasiarse con los cantos y los colores  de los pájaros!

Hasta en sueños, éstos continúan hablándole. “El rey Gracián fue capaz de recordar el mensaje de los pájaros palabra por palabra. Y la voz de los siete se transformó en una sola voz que decía silenciosas palabras:                                                         



Pág. 139: Ilustración de Chata Lucini 
Ahora conocerás una verdad casi tan antigua como la humanidad”: Gracián  buscó el contacto con la tierra. Se arrodilló con cuidado, ayudándose con las manos, y luego se tendió boca arriba…
Tenía los ojos cerrados y, sin embargo, seguía contemplando el firmamento estrellado. Lo veía a través de los párpados… Luciolo imitó y se tendió a su lado... ”

…Un humano[es] un ser capaz de imaginar mundos lejanos, de hablarles a los dioses, de crear belleza casi de la nada, de llorar de alegría o de dolor en lo más profundo de una madrugada , merece dejar su nombre, sus hechos y su huella en la larga historia del universo.” 

Postdata: Este bloguero amante de la belleza de la palabra, de los pájaros y de la Naturaleza con mayúscula, recomienda la lectura de este premiado cuentito de literatura infantil y juvenil “para mayores”... ¡Poesía en Prosa!… Y dedica el presente capítulo del Blog a su hija A., amante  de los pajaritos -amigos de su jardín- y de LA COLINA, todos -¡y tantos!- de los que pasan por su cámara.

No hay comentarios: