viernes, 23 de diciembre de 2016

SI YO TUVIERA o TUVIESE PUDIERA o PUDIESE



✨✨✨  ¡FELIZ NAVIDAD 2016! ✨✨✨

✨✨✨para todos nuestros amig@s✨✨✨

Una brizna de ternura y poesía, un eco infantil de villancicos navideños encajan como anillo al dedo, en el paisaje navideño de coronas de Adviento, abetos y belenes.


Disfrutar de la Navidad en familia es para los mayores el anhelo de mantener vivo hasta el final el sueño dorado de esa niña o ese niño que todos llevamos dentro.


✨✨✨✨✨✨Villancico infantil✨✨✨✨✨✨

Manuel J. Glez 2016

1
Si yo tuviera o tuviese
muchos Juguetes y muchas Cosas,
cargados con las más bonitas y más valiosas,
correríamos hacia Belén.
Pero como sólo tenemos
Deseos y Sueños
recibe, mi Niño, con un montón de mimos,
unos cuantos de ellos.

5
Si yo pudiera o pudiese
copiar la Risa del Agua
del saltarín arroyo de la montaña, 
el Vuelo rasante de Golondrina,
y el Canto mañanero de la Alondra
en la alta meseta de los trigales,
trenzaríamos con ellos un canastillo,
para que pueda María
transportar a su Niño.

2
Si yo tuviese o tuviera
un Caballito blanco como el de Santiago,
galopando y al trote
cabalgaría a Belén,
a ofrecerle al Niño golosinas y chuches,
turrones variados y un tarrito de miel.

6
Si yo tuviera o tuviese
un Perrito chiquito como el chihuahua,
se lo regalaría a María
para que alegrase al Niño
y le hiciese compañía.
3
Si yo tuviera o tuviese
Alas de Papel,
hechos los deberes, volaría a Belén
a jugar con el Niño
a enseñarle a andar
a reír y llorar,
a cantar y jugar.
7
Si yo tuviese o tuviera
un Balón de Reglamento,
pero… ¡qué deseo más tonto!,
¡si tengo uno de Goma
de los que no hacen daño!
Pues… te lo regalo, para que aprendas pronto a chutar al palo.
4
Si yo tuviese o tuviera
un Canario amarillo,
se lo regalaría a María
para que alegrase al Niño
con sus bellas plumas,
sus gorjeos y trinos.
8
Si yo tuviera en mis manos
la Primavera,
convertiría tu casa en lindo jardín:
con claveles y rosas,
violetas y narcisos
y hasta un blanco jazmín.

¡Si yo tuviera o tuviese! ¡Pudiera o pudiese! Pero… como somos niños pobres…
¡Ni tenemos - ni podemos!
Pues, no tenemos nada. Nada de nada.

¡Ahora que pienso!… Espera!
¡¡¡Tenemos un corazón como una montaña!!!
¡TÓMALO! -¡TUYO ES! -¡MÍO NO!

✨✨✨✨✨✨

jueves, 1 de diciembre de 2016

ANIVERSARIOS A LA PAR Y POR TODO LO ALTO

Todavía coleaban en Majadahonda los homenajes, celebraciones y festejos de los ¡90! del Bloguero cuando, sin tregua de recuperación y el calor castellano apretando con ganas y sin pausa en Palacios del Arzobispo (SA), “la pareja de tortolicos” que dieron el solemne “sí quiero” hace ¡60 años!, encontró un motivo más de celebraciones: ¡siempre juntos -y revueltos- desde el 2 de Agosto de 1956! Fecha en la que este dúo protagonista escribía la primera página a una Historia de Amores que viene a ser la quintaesencia de este Blog y de este capítulo.

Intentaré simplificar en lo posible la narración de esta efemérides, dejando a la cámara -¡una imagen vale más que mil palabras!- que ofrezca algunas muestras de esta celebración singular con la familia al completo: ¡novios!, hijas, yernos y niet@s! Hasta los desperdigados por “el viejo continente”: Andrés (Alemania), Teresa-Christofer, (Noruega), Paloma (Inglaterra) no quisieron perderse este solemne evento familiar que, con Tordesillas (parador) como epicentro, registró etapas culturales, gastronómicas y veraniegas de relieve.

Primer alto en el camino,TORO. 


“Tres cosas, sin ser de plata, hacen a Toro inmortal: la Vega, la Colegiata y la Guinda garrafal”… y  para algunos, especialmente para los homenajeados e hijas, villa rica en herencias de recuerdos de tiempos lejanos. Toro sirvió centenares de veces de “lugar de paso, tránsito o circunvalación ” en nuestros numerosísimos viajes de ida y vuelta a Frankfurt(Alemania) o Algorta (Vizcaya) desde Palacios. Sus tres joyas, alguna incluso de oro, como su colegiata, revalorizada este año con  la exposición de arte religioso “Edades del Hombre”, con el agua como “leit motiv”- de cuya visita disfrutamos- reivindicaban nuestro agradecimiento familiar. Agrandado con la visita y paseo por  las almenas del remozado castillo y contemplación de las impactantes panorámicas de la Vega del Duero desde lo alto de sus murallas y desde los jardines de la Colegiata.

Como no era tiempo de cerezas o guinda garrafal de las que, en los soportales de la plaza, comprábamos y saboreábamos todos los años, sustituimos esta joya, por otra cuarta ”cosa” que no recoge la copla popular de entrada: el acreditado “Vino de Toro”, que ha logrado abrirse hueco entre los famosos caldos hispanos y al que rendimos tributo al día siguiente al regresar de Tordesillas, visitando la moderna Bodega de Monte la Reina, una más de las que hacen “a Toro inmortal”: emplazada en el remozado castillo que les presta su nombre, en lo alto de un cerro, presidiendo viejos pinares y jóvenes viñedos y la extensa, verde y fértil vega del Duero, armonizando modernidad y paisaje, se yergue señorial convertida en turismo rural de lujo. El anciano bloguero, tan apegado al pasado y al terruño - relegó la  degustación de tintos o verdejos de la zona-  y disfrutó como un enano de los paisajes, horizontes y panorámicas del trocito de Vega, donde, como joven estudiante cumplió con los deberes patrios, sufriendo dos veranos consecutivos los calores y rigores militares en el Campamento de Milicias Universitarias Monte la Reina. (v. Semblanzas románticas… Veraneos en Monte la Reina pág. 98).

¡Los lejanos años de la juventud, si se cultivan y miman, pueden florecer en la memoria  con el encanto de los cuentos de hadas!

TORDESILLAS: “¡La muy ilustre, antigua, coronada, leal y nobilísima!”

Si el de Toro fue paseo y parada cultural, la muy ilustre, leal y antigua villa amiga de Tordesillas, muy conocida y visitada por la familia González, tuvo que contentarse con un saludo de vista de pájaro, rodeando parte de su muralla y cruzando su afamado puente sobre el Duero. Pues, nuestra próxima “parada y fonda”, era su “modesto” Parador, uno de los más antiguos de la prestigiosa institución hotelera española. Este idílico y antiguo caserón remozadísimo, escondido entre pinos, al abrigo del cierzo de la meseta y rodeado por el verdor de un cuidado jardín campestre, fue el lugar apropiado  para la celebración, en íntima y cordial convivencia familiar, las 6 décadas  de Palmira-Manolo en armónica compañía y los 90 del novio Bloguero dando la lata por los cuatro puntos cardinales.

El Parador de Tordesillas contaba, además, con un valor añadido para los homenajeados. Pues, para el tal matrimonio aventurero, España no terminaba en Los Pirineos, y Tordesillas con su Parador -al borde del camino- sirvió en más de una ocasión  de zona de descanso en la olímpica ruta- idas y venidas incluidas- que desde Salamanca conducía a París - Frankfurt, Bilbao - Algorta, en suma: a un mundo nuevo, horizontes lejanos, a Europa y la modernidad.


Y si el de Toro fue paseo y visita histórico-cultural, como acabo de decir, la estancia en el Parador, que no ascendió ni a las 24 horas, fueron horas de relax y del disfrute frayluisiano - como el “Del monte en la ladera…”: momentos gozosos disfrutando del encuentro familiar: quietud, tranquilidad, apacible silencio en atmósfera distendida y cordial.

Momentos  animados y reconfortantes en la regia Piscina - entrepinos. Cena - celebración en solemne saloncito ad hoc con servicio excelente, cercano y grato. “Gallo de corral” como plato fuerte. Brindis emocionante. Ambiente festivo y cálido.

Desayuno (buffet libre) en idílico comedor. Enorme salón soleado, abierto a la terraza del jardín del pinar. Puertas y ventanales acristalados agrandando el disfrute de la belleza y paz mañaneras de la naturaleza campestre… ¡los pajaritos del bosque pastando en el verde césped de la pradera!

Trato gentil, afable y acogedor. Habitaciones confortables y apacibles.                                         


Despedida fragmentada (parte de la juventud madrileña anticipando el regreso reclamada por los deberes profesionales) en la entrada del Parador. Temperatura tibia, límpida y reconfortante en deliciosa mañana de verano ideal. Las golondrinas que, en gran escala anidaban en los soportales de la fachada entraban y salía a sus casitas zigzagueando y en vuelo raso y cercano, en son de despedida, mientras la familia al pleno, ultimaba y repetía la ceremoniosa fotografía de grupo obligatoria, y los besos y abrazos de rigor.



ZAMORA “la bien cercada”, bien merece la última parada

Con una paradita de una hora larga nos obsequió Zamora, vecina de siempre y vieja amiga nuestra  desde los años de noviazgo (V. Semblanzas…, cap. Noviazgo a la antigua usanza, pág 58), en la que fue última estación de  vuelta.

En una terraza del popular parque zamorano de la Marina, hoy en el corazón de la ciudad, otrora dominio del traidor D. Sancho y, precisamente en el restaurante, también viejo conocido, que luce su nombre, paramos a repostar y cobrar fuerzas para el sprint final con un abundante aperitivo a base de variadas y apetitosas raciones y refrescos.

El tiempo, esta vez uno más de nuestros fieles aliados, se sumó a la celebración ordinaria de despedida, en la terraza del parque.

Una deliciosa y refrescante brisa procedente de los copudos árboles y el verde césped del parque, impropia a tales horas y a comienzos del sofocante agosto por aquellas tierras contribuyó a la última grata y agradable tertulia. Amenizada con la bucólica presencia y coparticipación cercana de varias torcaces picoteando en el verde pasto.

Fue éste el broche de plata al final de histórica celebración familiar antes de iniciar el viaje a la sagrada siesta con la que nos esperaba Palacios, y a la que no ha sabido renunciar, a pesar de los años, el bloguero homenajeado que se despide con la siguiente postdata, más bien DESEO y SÚPLICA:

POSTDATA : Que no se pierdan celebraciones y encuentros familiares de este calibre  mientras el cuerpo de los homenajeados aguante y las ganas persistan. Que nuestra familia, todita entera, sepa disfrutar de lo bueno y bonito que nos ofrecen la vida en familia, el verano, las vacaciones, la ciudad y el campo. ¡Y que reinen siempre la concordia y el buenhumor!