martes, 8 de marzo de 2022

Dejemos hablar al membrillo

Hay títulos o epigrafiados de lecturas impactantes, que suscitan recuerdos y resucitan vivencias. Extrañas a veces y curiosas siempre. Y que sirven incluso hasta de ejemplo y préstamo para el presente capítulo. Sirva de ejemplo "Dejemos hablar al viento", título seductor como toda la novela de Juan Carlos Onetti, cautivadora por la belleza de su estilo. 

Si bien  los motivadores y promotores del presente capítulo han sido, en primer lugar, Antonio López y Victor Érice -  no precisan presentación - con su documental-cortometraje "El sol del membrillo". Sumando a uno y a otros, es decir a los tres, la compañía y presencia diaria del capitán de la cosecha membrilleril de La Colina "El membrillo del siglo" (véase foto en la estantería de la biblioteca de mi despacho).

Antonio López en su patio 
Impactante y motivadora fue también la imagen del humilde membrillero y sus pequeños membrillos en el patio-jardín espartano del despacho del ilustre pintor toledano, y el documental o cortometraje "El sol del membrillo", premiado en varios festivales (Cannes, 1992 e. o.). El afamado director de cine filmó el proceso creativo del artista manchego mientras pintaba, durante el otoño de 1990, el proceso de maduración y amarillez de sus membrillos y el papel activo del sol introduciéndose entre las ramas del arbolito, hasta que a comienzos del invierno éstos caían al suelo maduros y arropados por la amarillez de las hojas.

Arbolito y frutos no comparables a los membrillos y membrilleros del histórico 2021 de este bloguero, pero que a pesar de tantos años transcurridos, la cosecha inmortal manchega filmada continúa proyectando admiración y recuerdo en mí.

Y metidos ya en harina, pasamos del jardín al huerto y de la pintura a la literatura, pues membrillo célebre, también con derecho a hablar, previa licencia de su maestro, es el "membrillo, así mismo toledano", que Don Miguel de Cervantes - ¡tampoco precisa presentación! - plantó en una de sus insuperables Novelas Ejemplares, "El Licenciado Vidriera". Cedemos la palabra al inmortal autor del Quijote:


Ilustración de Zacarías González
"Por mandato malintencionado de una dama de todo rumbo y manejo, aconsejada de una morisca (…) dió a Tomás Rodaja (…) en un membrillo toledano uno de ellos que llaman hechizos que forzase la voluntad a quererla (...). Más tomado el membrillo, Tomás "comenzó a herir de pie y de mano (...)" y sin volver en sí (…) volvió como atontado y dijo(…) que un membrillo que tomado le había muerto (…)  y seis meses después de estar en cama, Tomás sanó de la enfermedad del cuerpo, pero no del entendimiento y el desdichado acabó imaginándose que era todo de vidrio hecho de pies a cabeza (…) y que no se le acercase la gente (…)", etc., etc. 

Y colorín colorado, este capítulo se ha acabado. Pero no sin antes recomendar a mis lectores blogueros que lean esta "novelita ejemplar" de Cervantes, una más de la docena de sus doce "Novelas Ejemplares" que hubieran  bastado  para alcanzar la fama que alcanzó con su Caballero de la triste figura "Don Quijote de la Mancha".