sábado, 12 de noviembre de 2022

RELEYENDO FAVORITOS

SOSTIENE PEREIRA…
y yo le secundo y apoyo, sostengo y requetesostengo, que releyendo la novelita - mejor dicho la pequeña gran novela - de nuestro querido y admirado Antonio Tabucchi, he disfrutado de uno de los mayores deleites que brinda la Literatura.


Caro Sr. Tabucchi: ¡Quién me iba a decir que nuestros caminos se iban a cruzar, y reencontrar, sostengo, en los transitados paisajes de mi humilde, muy transitado y estimado vecino Portugal! Y todo ello gracias al guía y la compañía amistosa y valiosa de nuestro común amigo Pereira. Porque yo también pavoneo de su amistad. Pues, a ambos, entre otros vínculos, nos une la pasión por la lectura, la escritura y la traducción. Sostengo, la literatura y la lingüística… la geografía y el turismo: vacaciones y veraneos, paseos y baños en Aveiro, Viana do Castelo, Espinho, Figueira da Foz,  Estoril, algunas de las playas más asequibles y frecuentadas, con sus ciudades más famosas e históricas: Lisboa, Braga, Coimbra, Oporto, entre otras.

Para empezar te diré que me ha llamado la atención que tú nos hayas ocultado el nombre de pila de nuestro protagonista. ¡Aunque nos ofreces la etimología de su apellido! Perdona compañero amigo Pereira me torne tan quisquilloso. ¡Pero… no se me había ocurrido pensar - sostengo - que tu apellido tuviera algo que ver con las dulces, doraditas y ricas peritas de nuestra Colina.

Perdona, sostengo, tan minuciosas menudeces. Pero estarás de acuerdo conmigo en que el mundo es cual pañuelo pequeñito. ¡Quién me iba a decir, - requetesostengo - que en la quietud pacífica de mi larga jubilación iban a volver a cruzarse, o mejor aunarse, nuestros caminos en paralelos itinerarios de mi vecino Portugal, tu patria chica.

Porque sabrás, apreciado y estimado amigo Pereira, y lo sostengo una vez más, que incluso somos vecinos. ¡Casi casi hasta paisanos! Paisanaje, vecindad y hasta nacionalidad: italiano-portuguesa la vuestra, portuguesa-hispano-salmantina-ledesmina-fronteriza y rayana con Tras os Montes, Minho y Douro y Aveira Alta la mía. ¡Quién nos iba a decir - estimado y admirado Pereira, sostengo y repito una vez más, y lo sostendré y repetirá muchas más, que el escenario lisboeta-profesional de tus correrías y peripecias, la filosofía de tu amigo el Dr. Cardoso y la teología del Padre Antonio, y el contacto con tu inquilino Rossi, tan falso amigo como su tesis doctoral plagiada, y con su amante Marta, seductora activista,  nos iban a hermanar como se hermanan nuestras lenguas y… ¡nuestra profesión! 

Ambos, tú,  Pereira con  tu amigo Silva - y un humilde servidor, como estudiante de la universidad de Salamanca, transitamos en nuestra juventud las aulas de la Coimbra universitaria - y profesionalmente cultivamos la traducción de literaturas extranjeras, hobby profesional de ambos: tú, periodista - traductor de los grandes romanciers galos del XIX, Balzac y Daudet,  Mauriac y Bernanos - entre otros -  yo, de la picaresca alemana (léase Simplicissimus) y del romántico Werther de Johann Wolfgang von Goethe.

¡Ah! Y sostengo que yo también - con mi Palmira - disfruté, incluso en un par de ocasiones, no de las lujosas termas famosas portuguesas, pero sí de la hospitalidad y belleza de la naturaleza del entorno del lujoso balneario de Buçaco, veraneo preferido tuyo y del Dr. Cardoso - y su “amiguita”.

Y como despedida - y pongo punto final a esta misiva amigable -  un par de consejos más de este tu colega mayor, avezado y experimentado:  

Estimado colega Pereira, a la vida hay que darle dulzor. O dulzura, como tú prefieras. Comenzando por tus bebidas, por tu  “sosa limonada”. ¡Ponle un par de cucharaditas de azúcar!

Cambia también tus hábitos alimentarios: olvídate de tu régimen frugal y monótono. Come algo más que “omelette con hierbas finas y pescado hervido”. Y por favor… no tienes que avergonzarte de no haber comido dulces en tu vida. Pero... visita de vez en cuando alguna de las bellas y tentadoras pastelerías lisboetas. Y olvídate de la clínica talasoterápica de tu amigo el Dr. Cardoso y de su recomendado régimen espartano. ¡Diez unidades de limonada sin azúcar diarias me parecen una barbaridad!

Pasa por alto tus nostalgias de arrepentimiento. Déjate, sostengo, de devaneos teológicos - filosóficos. Porque… hasta tu amigo, el P. Antonio, pasa de ellos.

Cambia por favor el color de tu corbata negra y evita la fea costumbre de la servilleta al cuello en las comidas. Y suspende - o al menos simplifica - también las relaciones con el retrato de tu difunta esposa - ¡siempre tan seria!:  una simple sonrisita por tu parte aclararía alguna de tus pesadillas. Ésta te lo agradecería.

¡Supera también la atracción o atractivo de los recuerdos! ¡Como tú quieras!

Y por último… - ¡y sostengo por última vez! - “importantísimo” consejo de colega experimentado: ¡Cambia de colaboración en tu “Lisboa”, el periódico lisboeta vespertino. Olvídate de la sección de “Necrológicas” y “Efemérides anticipadas (¡qué ocurrencia!).

Ocúpate, por ejemplo, sostengo, (perdón, me olvidé de mi promesa en el párrafo inicial) de la “Sección de Deportes” o “Ecos de Sociedad”. Verbi gracia: Nacimientos, Bautizos, Bodas, Divorcios…”, “Historietas con foto”... etc., etc.

PD. Perdonad, estimado Pereira y estimadísimo A. P,. no me despida de vosotros con el requetegastadísimo tópico de ¡Hasta siempre! Pues, SOSTENGO, que “tan prendado he quedado de vuestra compañia con la relectura de la 9ª edición de 2009, que estoy convencido de que volveremos a encontrarnos alguna vez más en mi apartado de “Lecturas personales favoritaso “Releyendo favoritos. Vale.

jueves, 20 de octubre de 2022

La del alba sería...


¡Dejemos hablar al Tiempo!)

En el capítulo precedente J.C. Onetti, y su brillante pluma lírica suplicaban con ejemplos líricos insuperables… “DEJEMOS HABLAR AL VIENTO". Hoy, en el presente, una vez más, volvemos a ceder la pluma a mi admirado Onetti para presentarnos al simpar “colega” y a su  inmortal y universal creación:

“Todos los novelistas, sea cual sea el idioma en que escribamos, somos deudores de aquel hombre desdichado y de su mejor novela, que es la primera también y mejor novela que se ha escrito”.

Don Quixote y Dulcinea, ilustración de Jean Bosschere.
(No será preciso revelar que aquel “desdichado” fue MIGUEL DE CERVANTES SAAVEDRA con su “primera y mejor novela” DON QUIJOTE DE LA MANCHA.)

Leyendo, disfrutando - ¡y refrescándose! - el pasado tórrido verano con la relectura de “El ingenioso Hidalgo de la Mancha”, este humilde y veteranísimo bloguero volvió a enfrascarse - una vez más - con las Mudanzas Meteorológicas y el papel y trascendencia del Tiempo en las aventuras y desventuras quijoteriles. Esta vez siguiendo, por tanto, el ejemplo, y plagiando, al excepcional “meteorólogo” Don Miguel de Cervantes - “moderno hombre del tiempo” - ... y tomando préstamos de su inmortal herencia. “La del alba sería cuando Don Quijote salió de la venta tan contento, tan gallardo por verse armado caballero, que el gozo le reventaba por la cincha del caballo.” (cap. III parte 1ª)

Pero ya en el segundo capítulo “Que trata de la primera salida que de su tierra hizo el ingenioso hidalgo”, Cervantes comenzará su meticulosa información meteorológica como sigue: “Y así, sin dar parte a persona alguna de su intención, y sin que nadie le viese, una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos del mes de julio, armó de todas sus armas, subió sobre  Rocinante… y por la falsa de un corral salió al campo”. (cap. II 1ª parte).

Y continúa informándonos D. Miguel, que “nuestro flamante aventurero iba hablando consigo mesmo […] Apenas había el rubicundo Apolo tendido por la faz de la ancha y  espaciosa tierra las doradas hebras de sus hermosos … y apenas los pequeños y pintados pajarillos con sus arpadas lenguas habían saludado con dulce y meliflua armonía la venida de la rosada aurora …” (cap. II 1ª parte).                         

Y unos capítulos más adelante Cervantes continúa su minuciosa información como “hombre del tiempo” con la noticia que da título al presente capítulo del Blog:

“Y así, sin darle parte a persona alguna de su intención, y sin que nadie le viese, una mañana, antes del día, que era uno de los calurosos del mes de julio […] Y sin importarle un bledo condiciones atmosféricas y sinsabores de la meteorología, (según informa a su Ama) “los caballeros andantes verdaderos, al sol, al frío, al aire, a las inclemencias del cielo, de noche y de día, a pie y a caballo, medimos toda la tierra con nuestros mismos pies [...]” (cap. VI 2ª parte). 

Y… también un año más, y una vez más, Cervantes y Don Quijote se quejaban, ambos a dúo, de las inclemencias del Tiempo: “Era el caso que aqueste año habían las nubes negado su rocío a la tierra y por todos los lugares de aquella comarca se hacían procesiones, rogativas y disciplinas, pidiendo a Dios abriese las manos de su misericordia y les lloviese; y para este efecto la gente de una aldea que allí junto estaba venía en procesión a una devota ermita que en un recuesto de aquel valle había.” (cap. LII 1ª parte).

D. Quijote en los campos de Montiel
(Ilustr.: Jiménez Aranda, José (1837-1903)

Sin embargo, dudo se quedase atrás el veranito de principios del siglo XVI - cuando Don Miguel andaba enfrascado con las aventuras de su Caballero andante -  (la 1ª parte de su Quijote apareció en 1505) - y en una de sus correrías “caminaba tan despacio, y el sol entraba tan apriesa y con tanto ardor, que fuera bastante a derretirle los sesos […] (cap. II 1ª parte).

Si bien el amanecer y el alba, la rosada aurora y la alborada, según el sabio que escribió la historia de las andanzas del famoso caballero, eran horario predilecto del madrugador caballero andante, ambos a su vez eran amigos del tiempo, madrugadores a ultranza y enemigos del sol “fementida canalla”. Sirvan de muestra algunos ejemplos:

 “Mas apenas comenzó a descubrirse el día por los balcones del oriente (cap. XIII 1ª parte).

“Acabó en esto de descubrirse el alba, y de parecer distintamente las cosas, [...] (cap. XX 1ª parte).


“En estos coloquios y otros semejante pasaron la noche amo y mozo; mas viendo que […] a más andar se venía la mañana” […](cap.VIII 1ª parte). 

Sin embargo, cuando “en fin llegó el último día” y “Don Quijote cayó malo”... “durmió de un tirón, como dicen, más de seis horas” [...] (cap. LXXIII 2ª parte)

 

El tiempo fue hasta el final de sus correrías amigo inseparable de Don Quijote y Sancho: “Siento que me voy muriendo a toda priesa” [...] confiesa en el lecho de muerte, lo que hizo conjeturar que había “vuelto con tanta facilidad de loco a cuerdo”. (cap. LXXIII 2ª parte)

“A Don Quijote los cuatro (últimos) días de espera se le iban haciendo a la cuenta de su deseo cuatrocientos años”. “Señores, dijo Don Quijote, vámonos poco a poco, pues ya en los nidos de antaño, no hay pájaros hogaño” [...]. (cap. LXXIV parte 2ª)

Y cerramos el presente capítulo con el  sentencioso y meticuloso mensaje sobre “El Tiempo” con el que  la inmortal pareja meteoróloga - Cervantes - Don Quijote - cierran su universal historia:

“El tiempo es breve, las ansias crecen, las esperanzas menguan y con todo esto llevo la vida sobre el deseo que tengo de vivir”.

(Dedicatoria de “Los trabajos de Persiles y Segismunda”, publicada en 1617).


domingo, 25 de septiembre de 2022

Dejemos hablar al Tiempo

… Al Tiempo meteorológico. Al presente y al pretérito. Al Tiempo categoría gramatical, que indica momentos o situaciones atmosféricas y anímicas. Al Tiempo compañero de lecturas y pasatiempos. Al Tiempo escenario de vivencias y recuerdos... Poesía melancólica y Prosa florida y poética. - … ¿Te acuerdas? - ¿Recuerdas lecturas y relecturas magistrales en escenarios únicos y universales?…

Los caminos de los humanos y de los supervivientes de toda índole van siempre señalizados y marcados por el TIEMPO. Con mayúscula: Tiempos clásicos y contemporáneos. Caminos empedrados. De arena y de hormigón. ¡Y de poesía!: compaginando con el Viento.

Sobremanera llamó mi atención, desembocada en seducción, la compañía del Tiempo - compitiendo con el Viento - en “Dejemos hablar al viento”,  seductora novela, releída más de un par de veces, seducido por la belleza lírica de las metáforas del tiempo.

¡Dejemos hoy hablar al Tiempo! - en todas sus variantes y situaciones: El tiempo en primer plano, en las cuatro estaciones, en sinfín de escenarios y horarios, siempre presentado  por  la pluma poética y seductora del uruguayo Juan Carlos Onetti (Montevideo 1909, + Madrid 1994). Premio Cervantes (1984).

Juan Carlos Onetti. Foto de biografiasyvidas.com

Sirvan de ejemplo algunas del centenar de citas que este fanático lector ha ido almacenando a lo largo y ancho de sus deleitosas lecturas… “en domingos sombríos, lunes apagados, sábados resplandecientes” o al … “amarillento inmóvil principio del crepúsculo”. 

Hablemos del  Tiempo convertido en compañía literaria por los caminos de la vida: “Hablar tanto para no decir nada…”, “Solo en la muerte…”, “Medianoche de este verano...”, “Soñando con una tormenta de verano…”. 

Tan diversas y variadas: “peripecias de juventud y profesión”, perdido en sus variantes…

Peregrinando sin saber por dónde, cómo y cuándo, a tontas y a locas en los “restos y olores de invierno”, este simpatizante admirador de Onetti, a quien conoció y saludó personalmente en celebración cultural en el Madrid de finales del pasado siglo. 

Este enamorado de su prosa - no tanto de su lírica revolucionaria-existencialista - escuchando las líricas tonalidades de su pluma, portavoz del viento, del día y de la noche, “en suma del Tiempo”, convierte esta su obrita en pequeña novela recomendada o recomendable por la belleza lírica de la pluma del autor y el lirismo del TIEMPO. 

Sirvan de ejemplo algunos de los centenares de ellos que pueblan y enriquecen  a “Dejemos hablar al Viento”, acompañada de dos de sus obritas, también ricas en la materia que nos ocupa: “El Pozo” y “Una Tumba sin nombre”. 

Dejemos en este largo capítulo hablar también a la Lluvia y al Agua, socias y  compañeras de aventuras, inseparables de Onetti: 

“Paseando por el cielo en una noche oscura colmada de estrellas”

“Soñando con una tormenta de verano”...

“Verano pegajoso”… A pesar del calor que llegaba a los nervios la noche había sido tranquila” 

“Si algún día deja de llover, voy a tomar el sol en la playa”

“Bajo la lluvia apacible y natural”... “Bajo una llovizna tibia y eterna”

“En las esquinas desiertas donde la lluvia sesgada alumbraba las zonas”

“Los bigotes abrillantados por la lluvia”

“El sofocado rumor sin gotas de lluvia en la ventana”

“Vino otra vez el rumor sin prisa del agua del verano en los techos y en las calles”

“La lluvia ensoberbecida aumentó con fuerza su rabia”

“Me golpeaba la cabeza en  remedo de gota serena”

“Me entraba en la nariz y Juanina colocó una sonrisa”

“Yo estaba vigilando una nube negra cuando cayeron las primeras gotas”

“Había truenos, relámpagos y rayos en zig-zag” 

Y…pasada la “Tormenta”, Onetti continúa deleitándonos con metáforas sobre el Tiempo atmosférico. Algunas muestras más antológicas:

“Hoy sin ayer ni mañana”

“La noche había sido tranquila. Porque ni el aire ni yo creíamos en lo que habíamos hecho y visto durante toda la noche”

“La frescura de la mañana”

“Aquel aire inquieto hecho para mí”

“El cielo indeciso y arremolinado”

“Cuando el cielo empezaba a clarear… Antes y después del sol...

“Hemos ido casi siempre en la madrugada”

”Con la llovizna gruesa del agua bendita”... y

“El zumbido de la tarde cayendo, con un oído por la ventana”

… en la plaza de Santa María” (población imaginaria, predilecta de Onetti, donde transcurren mayormente las peripecias trágicas de los protagonistas. Me permito recordar y saludar - sirviendo de despedida de mis lectores - a los más destacados de ellos: la mandona y enigmática Frieda, el comisario Medina, el Seone, Juanina, Mr. Wright, etc., etc.

Y por supuesto, inevitable es la despedida, agradecida, a “mi” J.C. Onetti con unos ejemplos líricos más sobre el Tiempo en el último capítulo de su novela maestra “Por fín, El Viento”:

“El tiempo pasaba - y él lo sentía en sus hombros, en el sudor de su pecho… El oeste -pensó Medina- no puede ser un alba anticipada…

La luz, siempre a la izquierda, comenzó a moverse y crecer. Ya muy alta fue avanzando sobre la ciudad, apartando con violencia la sombra nocturna, agachándose un poco para volver a alzarse, ya, ahora, con un ruido de grandes telas que sacudiera el viento”.        

Y lo  que no puedo evitar es transcribir - como expresa despedida obligatoria y admirativa - el título suplicatorio y lógico del último capítulo acompañado de un breve extracto del mismo:

 POR FIN, EL VIENTO

“Durante tres noches… Medina aguardó tras su ventana del Plaza la llegada retumbante de Santa Rosa . La esperaba en las sombras porque por la tarde solo había visto relámpagos disueltos en la luz del día… En la noche tercera llegaron por fin remotas compensaciones. Los relámpagos y los  rayos estrepitosos y sarcásticos. La lluvia copiosa y corta, un viento sin ataduras que empujaba árboles de izquierda a derecha y bailaba un instante, presuroso y sin respeto, alrededor de la estatua de la plaza, basamento, caballo y jinete”.




lunes, 6 de junio de 2022

DICHOS Y HECHOS, PROVERBIOS E IMPROPERIOS

Para liberar a mis pacienzudos Lectores Blogueros de la sinsorguez y aburrimiento de tanto capítulo insustancial, damos hoy un salto mortal en el absurdo temático, ofreciendo una veintena de  chascarrillos, insultos e improperios… entresacados de los tres voluminosos ejemplares de mi biblioteca sobre la materia y anunciados en el anterior capítulo, a los que adiciono: Palabras mayores. Inventario general de insultos, de Pancracio Celdrán. Imprescindible en estos casos y situaciones es la ayuda del universal e inmortal Baltasar Gracián, docto en la materia, y de su colega, satírico maestro insuperable, Francisco de Quevedo, que le iba a la zaga. Ambos convencidos de que “Todo tonto está convencido de que todos los demás son tontos”.

Comencemos por algunos de los dichos populares y chascarrillos en torno a ese “sujeto”, a quien hablantes y escribientes - y otros muchos - calificamos de “TONTO”.  Si bien: ¿quién de los humanos puede decir “de este agua no beberé”? Pues, según el citado maestro Gracián: “Ni están todos los que son, ni son todos los que están”

Tonto más grande es el que piensa que no es uno y todos los demás lo son”.

Todo tonto está convencido y todos convencidos son tontos”.

“Cuanto más conozco a los hombres, más admiro a los perros”, dijo alguien como Quevedo, “que ni sube ni baja ni se está quedo”, pero que es también docto en la materia.

Todos los que parecen estúpidos lo son. Y además…

también lo son la mitad de los que no lo parecen”.

“Lo dijo Blas, punto redondo”.

Hay Tontos a millares. Tontainas y Tontorrones a tropezones. Hay Tontos de monigote y Tontos de capirote, entre los que figura Perico el de los palotes. También a centenares pululan por doquier los Majaderos, Mentecatos y Botarates”. Personas, Personajes y Personajillos de mi cuadrilla. A la que se suman los moradores…” De la tierra de Cucaña - quien no es bribón no vive - quien menos sabe más habla - quien menos juega más gana”.

“Penseque”, “Asneque” y “Burreque”. Y… Algunos de entre los unos y los otros geográficamente localizables. Y todos ellos populares. Y “de pueblo” en su mayor parte, como la mayoría de  los que voy a presentar seguidamente. Registrados, parte de ellos, en el  censo municipal  - como es el caso del que esto escribe. Y también lo suscribe!.. Aunque no haya alcanzado la popularidad de…:



"El bobo de Coria". Caricatura incluida en
el libro Cuento de cuentos, de Néstor Luján.

El bobo de Coria, quien, según D. Miguel de Unamuno: “nada dice, ni comprende nada; pero justamente por eso de no comprender nada, se ríe de todos”.

El herrero de Arganda, que él se lo fuella y él se lo macha, y él se lo lleva a vender en la plaza”.

La costurera de Mieres, “que bordaba de balde y ponía la seda”.

El sastre del Campillo, “que cosía de balde y ponía el hilo”.

El maestro de Algodor, “que no sabía leer y daba lección”.

La maestra de Siruela, “que no sabía leer y puso escuela”.

El tamborilero de Badonal, “que tocando, y tocando, se olvidó tocar”.


Pero del septeto nominado, ninguno…

Más tonto que Abundio, que cuando iba a vendimiar, llevaba uvas de postre”.

Y… “Cada tonto o cada loco con su tema” (tanto monta, monta tanto).

Mal de muchos consuelo de tontos”.

Estas son las verdades de Perogrullo, que a la mano cerrada llamaba puño”.



Y como punto final de tanta tontimanía, interprétalas, querido lector, como quieras o  sepas…:

“Cuanto más conozco a los hombres, más admiro a los perros”: pues son muchos los humanos que  “Atan los perros con longaniza” y acaban “Como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando”, y a sabiendas de que España es el país de los viceversa” y… “Si habla mal de España, es español”.

Como los he oído, leído o aprendido o “me los han contado”, os los cuento…:

“Salomón muriendo y niño aprendiendo”,

“Un hombre sabio se aprovecha más de sus enemigos… que un tonto de sus amigos”.

 

Y como “Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene”, según dijo el mencionado sabio y moralista Gracián”, pues ... al  cuarteto de “Amigos ejemplares de senectud” irá destinado el próximo capítulo, a sabiendas de que…

Perro de muchas bodas no comió en ninguna por comer en todas”.

 

Y colorín colorado… “Cada loco con su tema” y que “cada palo aguante su vela”.

 


jueves, 28 de abril de 2022

En llorar y en reír pasan los días en el…

MES DE ABRIL


… Y en la búsqueda de dichos y decires, proverbios y refranes, fuente de  sabiduría popular y de amenidad conversacional, pasan los días y los años. Y transcurren los cumpleaños. Sirva de ejemplo el 17 de Abril de este año, en el que este Bloguero cabalga desbocado en la segunda mitad de los noventa. "Abril, abrilillo, que no ha sido pillo", sino generoso y espléndido a todos los niveles. Casi todos los días. Y todas sus noches. 

Mas… "pelillos a la mar".

Y metidos ya en harina y puesto que "Nunca llueve a gusto de todas y todos" - especialmente de campesinos y ganaderos, agricultores - viticultores y arboricultores - el corriente Abril de este 2022, está siendo generoso para unos y  otros. Y para todos. Pues, este…



¡Abril (¡2o22!) hace los campos reír! y…

La Terraza del Opa (MJG), espléndida y vigorosa,

con caléndulas y alhelíes amarillos,

fresias multicolores y a millares verdores sonreír.

                




Y más y mejor todavía. "En llorar y en reír se le va pasando el tiempo a Abril".

Precisamente hogaño, ya en la hoja 28ª de su calendario - ... Abril es la puerta del año y mayo la cerradura: "Abril y mayo la llave de todo el año".

Para que el Refranero de este Refranista no acabe agotándose con la edad y la intemperie, periódicamente éste echa mano, y hace repaso, de alguno de  los manuales sobre la materia que, empolvados, pueblan las estanterías de "nuestra biblioteca". Manuales recomendables para amantes de refranes, dichos y decires. Fuente de amenidad, pasatiempo y sabiduría populares:


Refranes de la Temperie (José Sánchez Egea)

El porqué de los dichos (José María Iribarren)

Refranero español (José Bergua)

12.600 Refranes más (Francisco Rodríguez Marín)

 


Seguidamente ofrezco, para divertimento y pasatiempo meteorológicos de mis lectores Blogueros, una docena de Refranes sobre el Mes de Abril. Alguno de ellos invención de este refranista:

 

1. Abril frío mucho pan y poco vino

2. Abril uno bueno entre mil

3. Abriles y caballeros de ciento uno bueno

4. Mes de Abril de cien en cien debieras venir. Y la vieja que lo dijo vivió ciento uno y no conoció ninguno 

5. Abril abrilete más malo que siete. Llama a mayo y vete

6. Las aguas de Abril todas caben en un barril, pero si el  barril está desfondado, todo el campo está anegado

7. Abril siempre fue vil: al entrar o al salir. O al medio por no mentir

8. Abril cerril: nubes y soles, lluvias y fríos sin fin (MJG)

9. Es buen tiempo cuando en cada tiempo hace su tiempo

10. Más valen las aguas de Abril que los bueyes y el carro de David

11. Parte su tiempo Abril en llorar y en reír

12. Abril abrilete coge el portante y vete


lunes, 4 de abril de 2022

Saltando la valla del vecino

(De esto, aquello y lo de más allá)

¿Qué estás leyendo ahora?, suele ser la pregunta archirrepetida - más frecuente por tanto - no solo por familiares más próximos, si no también por amigos - lectores: próximos y lejanos.  

Metidos ya en harina, y sobrepasada la obligatoria lectura navideña de cuentos de toda índole y autoría, quedaban aún pendiente, en la mesa de mi despacho, Nuevos cuentos de andar y soñar (obra del popular filólogo, fotógrafo y profesor políglota universitario salmantino, Luis Cortés Vázquez, +1990). Cuentos nuevos ya viejos. Arcaicos. Escritos y publicados por los años ochenta del pasado siglo. Sueños de andariego - soñador. Localistas y provincianos. Charros y sayagueses. Es decir: salmantinos y zamoranos. Y también franceses. Memorables y entrañables todos para este lector bloguero. Librito plagado de arcaísmos, latinismos, barbarismos y neologismos originales y llamativos. Provocador a veces, pero principalmente sugestivo por las dedicatorias a salmantinos ilustres: contemporáneos del autor y de este Bloguero. Dos de ellas dedicadas a su esposa: madame Paulette, lectora y profesora de francés y filología francesa en la Facultad salmantina de Letras: "A Paulette en un aniversario de su nacimiento" en el titulado "La falda provenzal" el primero,  y "A mi compañera de andadura" en el cuento de "El Camino" el segundo. 

No puedo pasar por alto la impactante noticia  publicitaria con que me tropecé fortuitamente hace unos días. Perdón por el paréntesis: "Paulette Gabaudan de Cortés […] La salmantina que se convierte en superventas a los 94 años en la Feria municipal del Libro con "Un imperio mítico": estudio iconológico de los relieves del edificio de las Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca sobre la fachada de su Universidad.

Retornando a las dedicatorias impactantes. Sorprendente e inesperada es la del cuento "Nocturno en la catedra ", que reza: "A la memoria de dos hombres buenos - Dámaso y Manuel. Sacerdotes". Dedicatoria que me llegó al alma, pues "los dos hombres buenos" eran dos de los "amigos" - ¡fidelísimos! -  desde la adolescencia: Dámaso García, el grandón en la foto adjunta, escoltado por dos Manueles: Manuel Cuesta Palomero el de su izquierda y Manuel Almeida Cuesta el de su derecha, me apreciaba con locura inmerecida. ¡La primera felicitación familiar navideña - cuando éstas eran tradicional costumbre - era siempre la suya! Siempre acompañada de alguna estampa famosa de la Virgen y de poema propio, pues presumía de paisanaje - (Frades de la Sierra, Salamanca) - de su adorado José María Gabriel y Galán (1870-1905), popular poeta salmantino - extremeño, también muy estimado en mi adolescencia y juventud - y de quien conservo - adquirida en anticuario - edición "valiosa" completa de su obra: OBRAS COMPLETAS : CASTELLANAS - NUEVAS CASTELLANAS - EXTREMEÑAS. 18ª Edición - Editorial FE, Puerta del Sol - Madrid 1935.

Dámaso era persona siempre alegre, cordial y generosa. Presumiendo siempre de "vivir de milagro". Pues, desahuciado en su juventud por tuberculosis - frecuente enfermedad en nuestra infancia - en el sanatorio antituberculoso salmantino de Los Montalbos, disfrutaba de la vida de jubilado -¡dando gracias a Dios y presumiendo de vivir de milagro!

Mas volviendo al cuento de la dedicatoria a "dos hombres buenos", continuará indecifrable la incógnita de cuál de los dos Manueles - Manolo Almeida o Manolo Cuesta - era el "Manuel buenhombre" para Luis Cortés. Cuestión baladí. Lo que sí es cierto - y de ello doy fe - como único superviviente del cuarteto - es que tanto Dámaso como los dos Manueles fueron amigos "amigos buenos" y de verdad, del tercer Manuel del grupo, Manuel José González. 

"El hombre propone y Dios dispone"
Prueba de que la amistad del trío de los tres Manueles del curso fue histórica lo demuestra la fotocopia de la carta que Manolo Cuesta acompaña a la foto adjunta del cuarteto, anunciando la celebración del Encuentro Estival organizado por Manolo Cuesta. Encuentro anual  de los supervivientes jubilados del curso - sacerdotes y seglares - en el pueblo de uno de ellos: concelebración en la iglesia y comida comunitaria, distendida - amena e interminable, en restaurante del pueblo o pueblos de la zona. 

"El siguiente año" sería Manuel José, como llamaban a este bloguero todos los compañeros de curso. Pero… un mes escaso de la carta fechada en agosto de 2007, concretamente a mediados del Septiembre de ese mismo año, un infarto nos llevaba para siempre a Manolo Cuesta celebrando misa para un grupo de excursionistas en Israel: en Canáa de Galilea, escenario de las bíblicas bodas. Popular, dinámico y emprendedor, activo y generoso, el trotamundos misionero, Manolo Cuesta ponía punto final - con esta carta - a la histórica amistad de décadas y al inolvidable encuentro veraniego. Pues… el otro Manuel anónimo, el otro "buenhombre" de la dedicatoria, el último condiscípulo entrañable, cordial y fiel, Manolo Almeida Cuesta, bautizador de "nuestro" nieto Martín, el pequeño de la saga de los González, en la iglesia del pueblo natal del Opa, Carrascal de Velambélez, moría dos años después. En 2009, en fecha y lugar desconocidos. La noticia de su muerte me llegaba  a través de la impactante noticia de su funeral en la salmantina iglesia popular de La Purísima. Multitudinaria celebración de amigos y conocidos. Fieles asistentes llenaban la iglesia formando cola, incluso en el exterior del templo con las puertas abiertas.

De "san Dámaso", como solíamos llamar al otro compañero del grupo, no volví a tener noticia. Estoy sumamente convencido de que, siendo como era dechado de humildad, sencillez y religiosidad, habría ordenado - de palabra o por escrito - no hacer publicidad de su defunción en la prensa local con la habitual esquela mortuoria. Costumbre, hoy en decadencia - pero antaño símbolo de categoría social  el tamaño de la esquela. 

El tercero de los Manolos - el Manuel José del curso - y único superviviente de la cuadrilla, autor de este Blog, prosigue dando fe de la fe que nos unió y del valor de la Amistad verdadera. Sirva de ejemplo el presente capítulo con tonalidades de vieja historieta y en vísperas del arribo a los 96 tacos. 


(Majadahonda Abril 2022)


martes, 8 de marzo de 2022

Dejemos hablar al membrillo

Hay títulos o epigrafiados de lecturas impactantes, que suscitan recuerdos y resucitan vivencias. Extrañas a veces y curiosas siempre. Y que sirven incluso hasta de ejemplo y préstamo para el presente capítulo. Sirva de ejemplo "Dejemos hablar al viento", título seductor como toda la novela de Juan Carlos Onetti, cautivadora por la belleza de su estilo. 

Si bien  los motivadores y promotores del presente capítulo han sido, en primer lugar, Antonio López y Victor Érice -  no precisan presentación - con su documental-cortometraje "El sol del membrillo". Sumando a uno y a otros, es decir a los tres, la compañía y presencia diaria del capitán de la cosecha membrilleril de La Colina "El membrillo del siglo" (véase foto en la estantería de la biblioteca de mi despacho).

Antonio López en su patio 
Impactante y motivadora fue también la imagen del humilde membrillero y sus pequeños membrillos en el patio-jardín espartano del despacho del ilustre pintor toledano, y el documental o cortometraje "El sol del membrillo", premiado en varios festivales (Cannes, 1992 e. o.). El afamado director de cine filmó el proceso creativo del artista manchego mientras pintaba, durante el otoño de 1990, el proceso de maduración y amarillez de sus membrillos y el papel activo del sol introduciéndose entre las ramas del arbolito, hasta que a comienzos del invierno éstos caían al suelo maduros y arropados por la amarillez de las hojas.

Arbolito y frutos no comparables a los membrillos y membrilleros del histórico 2021 de este bloguero, pero que a pesar de tantos años transcurridos, la cosecha inmortal manchega filmada continúa proyectando admiración y recuerdo en mí.

Y metidos ya en harina, pasamos del jardín al huerto y de la pintura a la literatura, pues membrillo célebre, también con derecho a hablar, previa licencia de su maestro, es el "membrillo, así mismo toledano", que Don Miguel de Cervantes - ¡tampoco precisa presentación! - plantó en una de sus insuperables Novelas Ejemplares, "El Licenciado Vidriera". Cedemos la palabra al inmortal autor del Quijote:


Ilustración de Zacarías González
"Por mandato malintencionado de una dama de todo rumbo y manejo, aconsejada de una morisca (…) dió a Tomás Rodaja (…) en un membrillo toledano uno de ellos que llaman hechizos que forzase la voluntad a quererla (...). Más tomado el membrillo, Tomás "comenzó a herir de pie y de mano (...)" y sin volver en sí (…) volvió como atontado y dijo(…) que un membrillo que tomado le había muerto (…)  y seis meses después de estar en cama, Tomás sanó de la enfermedad del cuerpo, pero no del entendimiento y el desdichado acabó imaginándose que era todo de vidrio hecho de pies a cabeza (…) y que no se le acercase la gente (…)", etc., etc. 

Y colorín colorado, este capítulo se ha acabado. Pero no sin antes recomendar a mis lectores blogueros que lean esta "novelita ejemplar" de Cervantes, una más de la docena de sus doce "Novelas Ejemplares" que hubieran  bastado  para alcanzar la fama que alcanzó con su Caballero de la triste figura "Don Quijote de la Mancha".

viernes, 18 de febrero de 2022

El Membrillo del Siglo … ¡En el Membrillar del Opa!

Pasando por alto el dicho: ¡no seas membrillo!, presumido y orgulloso, se me ha ocurrido pregonar a cuatro vientos el epigrafiado del presente capítulo. Presunción frutihortícola de este bloguero, que va más allá del membrillo de ¡medio kilogramo! de la foto, y de la cantidad y calidad de la insuperable cosecha membrilleril del pasado 2021.

A pesar de la escasez de la lluvia estival, ¡ni una sola tormenta!, ¡ni gota de agua en todo el verano!... - ¡la cosecha del pasado año rebasó el centenar de kilos! Debo informar que nuestro “membrillar”, está compuesto de media docena de ejemplares, cada cual hijo de su padre y de su madre: patrones, injertos, plantaciones y replantaciones.

Alardeando de experto en  la materia, es decir: en arboricultura, y concretamente en la plantación y replantación de membrillos, no puedo pasar por alto, la “biografía” del anciano de todos ellos - el “membrillero árbol”, penúltimo frutal del Paseo de los Frutales:

Precediendo a la edificación de la casa, tuvo lugar - (¡primum aqua!) - la excavación del pozo, y la consiguiente plantación de  frutales. Y varios años antes, incluso anticipándose a la perforación del sondeo, destacaban ya un par de membrillos, procedentes de un afamado vivero de Calatayud, procedencia de la mayor parte de “mis” frutales. La plantación de membrillos en secano, entre la múltiple mezcolanza de  perales, manzanos, ciruelos, avellanos, ... - la mayoría de ellos desaparecidos hoy día por la  edad - es hoy parcialmente histórica.

“El árbol viejo es el de fruto más pequeño pero más dulce”, reza un dicho popular y nuestro membrillero estrella es el vivo ejemplo del proverbio. Sirviendo además de lección en la plantación arbórea:  

Como joven aprendiz de hortelano en la escuela paterna y de arboricultor en ciernes, se me ocurrió plantar uno de los dos membrilleros procedentes de Aragón en la plataforma del pozo. Para, juntito a la fuente del agua, poder regarlo más y mejor. Pero … ¡oh desilusión! Pasaron dos años, pasaron tres estaciones… y el arbustillo de marras, ni crecía, ni robustecía. No daba señales de florecimiento, ni de crecimiento. ¡Cómo iba a hacerlo en aquel medio metro de pésima tierra grisácea - gredosa extraída de la perforación del pozo!

Pero, no hay mal que por bien no venga. Trasladado y trasplantado a tierra fértil de labrantío, al final del paseo de los frutales, bien abonado y regado, acabó convertido en el actual, en el único y actual membrillero - árbol de unos cuatro metros. Eso sí, sin alcanzar su fruto la talla, ni brillar y amarillear como  su hermano gemelo, generador del ”Membrillo del siglo” que figura en la foto anterior.

El membrillero y el “membrillo de más de medio kilo” ha sido fruto y obra de su plantación en terreno fértil próximo a la huertecita, y de rebote, consecuencia del permanente riego durante los últimos años y del benigno y lluvioso otoño del pasado.

“Valmiguel”, este es el apellido de La Colina, ha brindado el más frondoso y hermoso, el más brillante amarilleo verdoso de los membrillos, en este histórico 2021. Es cierto que la áspera piel y pelusilla del fruto no invita al mordisco de la pera o la manzana, ni a la tentación de estorninos, gorriones y oropéndolas, pero ofrece un espectáculo otoñal de incomparable admiración: elogio de paseantes y transeúntes por el camino del Carbajo… El verde-amarilleo de hojas y frutos de los membrillos de La Colina permanecerá imagen difícil de olvidar: pintorescos y templados atardeceres de este otoño 2021, teñidos de rojo por el sol del poniente crepuscular en el horizonte del monte.


Tan impactante fue la imagen y cosecha de los membrillos del pasado otoño, que me siento motivado a dedicar a mis blogueros-lectores capítulo aparte: ¡uno más de mis pasatiempos linguístico-literarios! Pues "membrillo", según lingüistas de renombre, nos es diminutivo de "miembro" = "miembro pequeño" - sino que según lexicógrafos afamados, verbi gracias J. Corominas, tiene que ver etimológicamente con el latín "melimelum" = " miel de manzana". Y a su vez del griego "meli" o "miel". Prueba y testimonio de esta etimología es la elaboración de la popular carne o dulce de membrillo, apreciadísimo por toda mi familia y por este bloguero, que no sabe rematar un desayuno sin el pedacito de membrillo, arte culinario de mi familia. Pero de esto y mucho más, por ejemplo de la importancia y belleza del documental sobre el maestro Antonio López "El sol del membrillo", largo metraje del famoso director Victor Erice - en el próximo capítulo.

lunes, 31 de enero de 2022

PACTO DE AMISTAD Y ADMIRACIÓN

J. L. Borges o el redescubrimiento de las Américas literarias

Punto de partida de este homenaje a Borges tras larga, larguísima tregua, de olvido e ignorancia, ha sido la navideña tradición de lecturas vacacionales: lectura de cuentos, relatos y narraciones, “Ficciones” e “Inquisiciones” de toda índole, el pasado 2021 les cupo la suerte a: Aleph, Inquisiciones, Narraciones, El libro de los seres imaginarios, Nueva antología personal, entre otros, de Jorge Luis Borges: el célebre, y celebrado, autor argentino (Buenos Aires 1899 - Ginebra 1980).      

Esta lectura, con valor e interpretación especiales, ha servido para reconciliarme y congraciarme con el Borges “escritor y lector” y bibliotecario, ya ciego, al que conocí personalmente mediado el pasado siglo, en el Berlín Occidental - cuando Alemania continuaba todavía dividida en dos por la maldita obra y gracia de la política - en el primer Congreso de Escritores alemanes e  hispano-americanos. Trascendental fue también la posterior recepción en Frankfurt/Main, en afamada editorial Insel, su editorial alemana, ante la nube de periodistas y curiosos del mundo de las letras que se acercaron a conocerlo e interrogarle, y en la que tuve la fortuna de actuar de intérprete. Aunque el políglota-autor homenajeado no lo precisase; pues, con la misma soltura que en español, se desenvolvía en inglés, francés, alemán, etc. 

Sin embargo, retomo el hilo de mi despropósito. Mi desinterés y apatía por el poeta y prosista argentino fueron motivados, además de a la falta de tiempo profesional, al escaso incentivo del título de sus obras. (véanse títulos de las mencionadas anteriormente). Dedicado plenamente a la germanística y a literatura comparada, éstas fueron algunas de las culpables de mi alejamiento - ¡no olvido! - de Borges. Tal vez también agrandado éste, y motivado, por el mayor acercamiento a “mis” entrañables Miguel Ángel Asturias y Ciro Alegría - también conocidos personalmente. Y sin relegar el trío de grandes figuras hispano-americanas que venían detrás pisando fuerte: Octavio Paz, Carlos Onetti y el exitazo de Gabriel García Márquez. ¡Largo, larguísimo medio siglo! que transcurrió en indiferencia, que no en rechazo, al Borges políglota. Convencido finalmente de que  Borges fue artista de la palabra hablada y escrita: “No solo leo, sino que escucho lo que escribo. Soy lector de oído”, fueron algunas de sus afirmativas autocríticas.

¡Borges es diferente! Es otro. Según etiquetación propia es, además de escritor, “filósofo, germanista, lingüista”. Y según el poeta Luis García Montero y los escritores argentinos Ricardo Piglia y Alberto Manguel en homenaje a Borges en el 25 aniversario de su muerte, Borges es además..: “poeta, lector y cuentista”. La temática y propias palabras lo autocatalogan: “Mis temas habituales en mis páginas: la perplejidad, la metafísica, los muertos que perduran en mí, la germanística, el lenguaje, la patria, la paradigmática suerte de los poetas”). (Año 1967).

El olvido y mi indiferencia iniciales han germinado en reconocimiento y entusiasmo. La vergüenza de lingüista y lector crítico queda ligeramente atenuada por la casual coincidencia con el Borges que “prefería ser juzgado” en una de sus publicaciones “Nueva antología personal”, por Límites, por La Intrusa, por El Golem o por Junin (véase fotografía). 

Sin embargo, considero El ALEPH uno de los cuentos más representativos y de mayor difusión y
consideración literaria. Como botón de muestra de cuanto antecede, y como punto final de homenaje al relegado - pero nunca del todo olvidado - Jorge Luis Borges brindamos seguidamente: un fragmento de ALEPH, uno de los cuentos o relatos emblemáticos y más representativos del autor argentino: 

Beatriz Viterbo murió en 1929; desde entonces no dejé pasar un treinta de abril sin volver a su casa… Beatriz era alta, frágil, muy ligeramente inclinada, había en su andar (si el oximoron es tolerable) una como graciosa torpeza, un principio de éxtasis; Carlos Argentino es rosado, considerable, canoso, de rasgos finos. Ejerce no sé qué cargo subalterno en una biblioteca ilegible de los arrabales del Sur, es autoritario pero también es ineficaz; aprovechaba, hasta hace muy poco, las noches y las fiestas para no salir de casa…”.