viernes, 9 de octubre de 2020

A LOS AMIGOS QUE ALFOMBRARON MIS CAMINOS Y MARCARON EL RUMBO DE MI VIDA Y SENECTUD

“Hay algo que deseo desde niño, como otros desean otras cosas. Quien desea tener caballos, quien perros, quien oro, quien honores. A mí sin embargo estos tesoros me dejan frío, no así el tener amigos, cosa que me apasiona; y tener un buen amigo me gustaría más que la mejor codorniz o el mejor gallo, e incluso por Zeus, más que el mejor caballo, que el mejor perro. Y creo por el perro que preferiría, con mucho, tener un compañero a todo el oro de Darío”. (Discurso Apología de Sócrates).
 
Pido disculpas, querido lector bloguero, por este encabezamiento - cita tan extensa como sencilla y auténtica - dictada hace más de dos milenios por Platón, maestro y autor preferido del premio Nobel alemán Heinrich Böll, quien, a su vez, me transmitió la devoción por la lectura del filósofo helénico y la pasión por la conquista y disfrute de la amistad. Pasión que ni los años y la profesión, la distancia y el destino han logrado amortiguar y disminuir. Y si es cierto que las amistades más profundas se fraguan en la infancia y adolescencia, doy fe de que también en la jubilación y en la senectud se puede disfrutar de la conquista de nuevos y buenos amigos, fruto de la música coral, las tertulias, la fidelidad y el afecto. Y aunque su conquista fue espontánea y natural, imposible me resulta su catalogación y encasillamiento. 

Siempre he presumido de rico en amigos: ¡desde la infancia a la senectud! Sin distinción de sexo, talla o edad. Profesión o nacionalidad. (Sin preferencia alguna por “los de arriba”) … ¡Incluidos los pollitos y las gallinas, la burrita negra y la cabrita “mermellá” de mi infancia y adolescencia, el caballito andaluz de juventud… mis perritas y pajaritos de siempre. 

Amigos de todas las edades: jóvenes y menos jóvenes, viejos amigos y amigos nuevos (algunos protagonistas o coprotagonistas en este blog), todos ellos con ideales, gustos y aficiones afines. Y aunque algunos, durante muchos años, aparentemente desaparecidos, continúan en mi memoria como eran y cómo fueron: fruto de la fidelidad y el afecto, ligados por afinidades, sentimientos e ideales. 

Los Amigos son fiel reflejo de la vida, del carácter de la persona y su obra. Bastantes de ellos han dejado su marca y aparecen sus huellas en estas Semblanzas. En ellas puede el lector localizarlos en alguno de los varios y variados capítulos a ellos dedicados. 

NOTA : Con el ánimo y el Blog confinados por la pandemia universal, tras larguísimas vacaciones estivales, anodinas y apáticas, retomamos del archivo sentimental de la memoria la narración de los próximos capítulos dedicados a los Amigos - ¡y Amigas! - de todas las épocas y edades. Ellos - ¡y Ellas! - continúan siendo - ¡con mi Familia! - los animadores de este Blog en el silencioso remanso de estas románticas Semblanzas.

1 comentario:

Anabel dijo...

Esperamos con impaciencia esos capítulos venideros...
Besos para el nonagenario y para sus "secretarias".