domingo, 22 de diciembre de 2019

AMOR CON AMOR SE PAGA

El Werther alemán en “román paladino” y Añover de Tormes como escenario excepcional y anfitrión sin precedentes ­­


Fue un 19 de octubre de 2019… y para más inri, una paradoja más de tantas en la vida, también a las 19 horas de dicho día. Y para estadistas amantes del 9, el décimo aniversario (2009-2019) de la Tertulia Literaria salmantina, “alma, corazón y vida” del evento.

El día caía por poniente. Un sol crepuscular se despedía, ocultándose avergonzado tras densos y oscuros nubarrones grises prometedores de la ansiada lluvia, que no pasó de leve llovizna. A la hora en punto fijada, la modesta iglesia del soñador pueblecito salmantino de Añover de Tormes abría de par en par las puertas de su humilde “casa de Dios”, convertida en “casa de todos” -¡como debe ser!- para evento socio-cultural sin precedentes en aldeas de este calibre.

Añover de Tormes, poblado despoblado, uno más de los innumerables de nuestra “España vacía”, presumía en esta velada otoñal, además del apodo del río, que ni sus nieblas con él comparte, de resucitada iglesia, a rebosar de feligresía variopinta: semblantes sonrientes, rostros alegres y amigables en animado parloteo. Abrazos y bienvenidas, encuentros y reencuentros sin precedentes. Pasado y presente conjuntados y armonizados: urbe (Salamanca, Madrid, Villalba, Guadalajara…) y campo (Añover, Palacios del Arzobispo, Carrascal de Velambélez, San Pedro del Valle, Cabrerizos, Carbajosa de la Sagrada…). Ancianos, jóvenes y menos jóvenes, parientes y amigos reunidos en compaña para homenajear a las Letras, la Cultura y la Amistad. Magnífico ejemplo a seguir para rescatar al campo del abandono y el olvido. Y simplemente por obra, arte y magia de idealistas hijos del pueblo y románticos tertulianos de la capital.

¡Albricias! Conociendo a Johann Wolfgang Goethe y leyendo su Werther -y tantas obras más de maestros ilustres de la literatura universal- contribuís al renacimiento de la esperanza. Pues, leyendo, no solo se disfruta “viviendo la vida que otros soñaron” (Miguel de Unamuno), sino se comparten sentimientos, se intercambian lenguas y culturas y hasta se homenajean traducciones.

Bueno, creo que ya es hora de hacer públicas causa y motivación, y nombre, de los artífices de tan inmerecido Homenaje y celebración de Aniversario en tan insólito escenario y lugar: “La vida se debe vivir siempre hacia adelante, pero solamente se entiende hacia atrás.” (Kirkegaard)

Sea ello como fuere, interpretando tiempos pasados y brindando nuevos horizontes, una pareja de románticos conquistadores, Manolo Montesinos y Ángel Jesús Domínguez (como promotor Manolo, y organizador “alma, corazón y vida” Ángel Jesús), fueron los culpables de este desaguisado: Décimo Aniversario 2009-2019 de la Tertulia Literaria y desorbitado “Homenaje” (con mayúscula y entrecomillado) a un jubiladísimo traductor del Werther y a “Las Desventuras” de ambos. Celebración que, como las grandes obras teatrales clásicas, se programaba en Tres Actos y en Tres Escenarios diferentes.


ACTO  I
Como en toda obra escenográfica clásica, no pudo faltar el Prólogo: llegada de tertulianos y entrada de acompañantes y simpatizantes a la iglesia, escenario dignísimo y habilidosamente montado. No fueron precisos ni el apagado de luces, ni el alzado de telón, pues éste, monumental, no por el tamaño precisamente, cubría parcial y artísticamente medio altar mayor, escoltado por simpáticos angelitos y adornado de artísticas citas maestras del Werther y la portada de la obrita causante de tanto alboroto. 

En primer término, la “mesa de autoridades” (homenajeados y homenajeantes actores). Escenario íntimo, pequeño, con arte, gusto y sencillez montado. ¡Chapeau dibujantes y artistas! Iglesia, lugar de oración, transformada por  arte y magia, en sala de conferencias, en paladín de las letras y la cultura. El habitual “patio de butacas” convertido en filas de modestos bancos completos. Como “una imagen dice más que mil palabras”, dejemos a la fotografía que hable. 

Pero lo que no reproduce la cámara es la delicada y finísima ambientación artística: ¡literatura y música hermanadas y armonizadas! De fondo... música de la "ópera Werther" del compositor francés Massenet.

Resaltar la organización de Ángel, hijo de Añover, y en mi corazón la presencia de su padre, amigo fiel desde mis correrías fiesteras juveniles por la comarca, especialmente  por Santa Cruz y San  Roque, festejos que este cronista no se perdía ni un solo verano, antes de alzar el vuelo.

Pero el creciente nivel artístico literario de la velada lo pusieron tertulianos con la lectura magistral de antológicas cartas de la novela  protagonista, "Las desventuras del joven Werther". Lamento el desconocimiento de los nombres de sus lectores. Pero la nota académica de la tertulia literaria la puso el profesor Montesinos, compañero de fatigas profesionales docentes, amigo fiel y único sin paliativos, a pesar de la distancia  tan enorme en edad, talla y universidad que nos separaba. Manolo Montesinos, con la elección de su charla y con su erudición, supo dar realce académico al Aniversario de la Tertulia en la iglesia de Añover.
     
ACTO II
Añover anfitrión. Vinito español como aperitivo.
Más bien que acto segundo, puesto que el primero estuvo dedicado a la literatura, éste fue entreacto y cambio de escena. Y sobre todo de escenario. Concluido el acto “académico”, los “fieles” abandonaron  la iglesia y, pasito a pasito, por una callejuela en la que había que poner los frenos, se dirigieron al “centro socio-cultural” donde los anfitriones -“Don Ángel Luis Domínguez”- invitaba a un “Vinito de Honor” y los tertulianos, en su “Décimo aniversario 2009-2019”, como amantes de la lectura, rendían homenaje a las letras universales. Personalizadas en los autores leídos en sus encuentros, cuyos  retratos, con líricas citas antológicas de alguna de sus obras adornaban el salón multiusos de Añover. 

Todos los pueblos tienen su historia y sus leyendas. Nuestro Añover -el del Tormes, no el del Tajo- acaba de escribir una página en la historia moderna de los pueblos olvidados. Añover, con los Domínguez a la cabeza, acaba de escribir un capítulo ejemplar en su historia, con la creación de ese centro lavandería en la  planta baja y un centro social-cultural, o como quiera llamarse. Donde este grupo de amantes y simpatizantes de las letras y amantes de la lectura han disfrutado de la amistad y armonía. Y este homenajeado -premiado con los posters de John Banville y Miguel Delibes -dos de mis autores predilectos- se sentía feliz en su salsa. Y convencido de que Amor con Amor se p aga.                                                       

ACTO III. Desde Aldearrodrigo. Banquete como premio fin de fiesta.

Debo confesar humildemente, que no soy ni experto, ni aficionado a la Gastronomía. Por tanto disculpen mis amigos lectores pase por alto o de puntillas sobre menús, carnes o pescados, postres y bebidas en el magnífico restaurante -de excelente servicio- “La Ribera” de Aldearrodrigo. Un poquito, sin embargo, sí entiendo de salsas, especias y “acompañamientos”. Y sobre todo de “acompañantes”. Pues, supe bien acompañarme y asesorarme de parientes peritos en la materia: Palmira, dos de nuestras hijas, dos sobrinas y un yerno, acompañantes de excepción, quienes no se han cansado de repetir que: “en  celebraciones gastronómicas de amigos tan multitadinaria como la presente - ¡de setenta a ochenta comensales! - nunca habían disfrutado de ambiente tan  agradable y entrañable, ni recibido,  jamás, tantas muestras de simpatía y afabilidad. ¡Y de agradecimiento! Suficientemente premiados se sentían los tres galardonados con los aplausos y muestras de cariño. 

La bandeja de Klimt, (pintura se escribe también con mayúscula en mi familia), premio al editor-traductor del Werther, ocupa lugar propio en una solemne mesa navideña majariega.

EPÍGONO
Pasada la medianoche, la luna, siguiendo la tónica solar, tampoco se había dejado ver, cediendo su vez a la llovizna, convertida en lluvia. La noche era templada, tranquila y  húmeda. El autobús “homenaje-aniversario” había ya enfilado hacia la capital. Solamente dos coches, el de Calvarrasa y el de Palacios, se responsabilizaron de “barrer” la plaza de “La Ribera”. Por la cabeza del nonagenario homenajeado runruneaba un pensamiento. Y un sentimiento. En este juego numérico del comienzo faltaba otro 9.  En vísperas de celebración de las fiestas navideñas de este año, solo restaba desear a todos los participantes en el inolvidable evento de Añover de Tormes una… ¡¡¡Muy feliz, familiar y amigable Navidad 2019!!!   
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PS. Compaginando realidad y fantasía, verdad y ficción, este cronista se aventura a afirmar, que si nuestros amigos Goethe y Werther -tanto monta-  hubieran presagiado este histórico evento salmantino, Goethe hubiera liberado a Werther del suicidio, para así ambos poder asistir, como buenos aficionados que eran a un vaso de “bon vino” (recuérdese la botella de vino en su mesa previa al pistoletazo), y se hubieran personado sin necesidad de previa invitación, para sumarse a esta magnífica celebración literario-gastronómica.

2 comentarios:

Uno de Añover dijo...

Agradable y entrañable relato de un día también entrañable. Para disfrutar en buenas compañías Superando las expectativas del más optimista. El homenajeado ha de estar orgulloso, que feliz ya se le vio. Enhorabuena!!

Lucila dijo...

Pena no haber podido asistir. Entre lo que me contaron, las fotos que me enviaron y ahora esta crónica, cada vez lo siento más.