Nuestra amiga inseparable
A modo de preámbulo y honrando a nuestra patrona Santa Cecilia en su día, 22 Noviembre*
Tan profundamente calaron en mi alma de niño
de aldea castellana las populares canciones de eras y arada, de ronda y
taberna, de vísperas de reyes, de iglesia y escuela rurales (canciones
religiosa y patriotera), que sin ellas sería inexplicable mi pasión por la
música. La música, arte sin fronteras, se convirtió en inseparable compañera de
viaje, por tierras hispanas y germanas, de este trotamundos romántico que ha
sabido armonizar hasta el final música y profesión, enlazando coros, corales,
rondallas y amistad.
Desde los primeros balbuceos y pataletas de la infancia, acunados
nuestros sueños con “Nanas” y embelecos, hasta la despedida final o descanso
eterno con “Réquiems” y “Misereres” la música ha sido, y continuará siendo, compañera
fiel y amiga seductora que, en sus numerosas manifestaciones va marcando el
ritmo de nuestros afectos y sentimientos. Su poder es inconmensurable: nos invita
a compartir alegrías y tristezas. Es el mejor antídoto contra la depresión y el
aburrimiento. Sirve de escape y evasión de la anodina y monótona realidad
cotidiana, alivio y remedio para aligerar el peso de la pesada vida, incluso
hasta el pesar del paso de los años. Ya la ensalzaba Martin Lutero, autor él
mismo, de algunas letras para las canciones de sus fieles: “La música
constituye el mejor alivio para el hombre preocupado. Gracias a ella el corazón
vuelve a estar contento, se reconforta y se remueve”.
Y pasando de lo litúrgico a lo lingüístico, la
música es “un lenguaje universal. Habla a todo hombre, mujer o niño, rico o
pobre, feliz o desdichado, todos sensibles a su poderoso mensaje”. No es que lo
diga yo, lo ha dejado escrito un compositor de la talla de Stokowski en su
libro “Música para todos nosotros” (lectura altamente recomendada para los
lectores megalómanos).
Y continuando en la línea ditirámbica de
letanías y reconocimientos, los amantes y devotos de la lírica y la poesía deben
saber que la Música tiene la primacía en la categoría de las artes. Lo dejó sentenciado
nada menos que Shakespeare: “Donde mueren las palabras nace la música”. Y
solamente un filósofo de la talla de Platón, ya en los tiempos de los clásicos,
podía describirla con estas palabras tan bellas: “La música da alma al
universo, alas a la mente, vuelos a la imaginación, consuelo a la tristeza y
alegría a todas las cosas”. También nuestro Cervantes tuvo algo que decir al
respecto: a “La Gitanilla” de su novela ejemplar la piropea diciendo “nos
encantas cuando cantas”. Y hasta en el Quijote por boca del refranista por
excelencia Sancho Panza, acierta a aconsejar a la Duquesa: ”Señora, donde hay
música no puede haber cosa mala”. Y remacha más adelante sentenciando: “La
música no es solo algo muy bello, sino la expresión de la más alta poesía de la
vida”. (Don Quijote - Parte II -Capítulo.XXXIV). El compositor italiano Mazzini la califica
de “Eco del mundo invisible”. El realista Pío Baroja también entendía algo de
música y afirmaba: “La música es un arte que está fuera de los límites de la
razón”. Aunque en realidad podemos hallarla en todas partes. Toda la naturaleza
es música. Con otras palabras (y bastan citas para reflexionar, disfrutar y
enorgullecernos), el polémico y revolucionario autor del Ulises, James Joyce,
lo demuestra con algunos ejemplos: “Mar, viento, hojas, trueno agua, vacas
mugiendo, el mercado de ganados, gallos… las serpientes sisean (sic) ¡Hay música
en todas partes!”
* Sirva este capítulo de preámbulo al capítulo “La música y yo”. No quería dejar pasar esta fecha tan señalada y quise ofrecer la introducción como homenaje en este día a Santa Cecilia, patrona de cuantos disfrutamos y tenemos algo que ver con la música.
http://www.diplox.com/post-20534-santa-cecilia-virgen-y-martir-de-la-iglesia-primitiva-177-dc-patrona-de-los-musicos.html |
2 comentarios:
Bonita recopilación de frases sobre la música en tu artículo.
Yo he leído hace poco otra, que también me ha gustado: "La música merece ser la segunda lengua obligatoria de todas las escuelas del mundo".
Sigue disfrutando con ella en cualquier lugar que se tercie y mejor, en compañía. Yo también lo hago y realmente es un bálsamo mágico para el espíritu.
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