sólo hace falta saber pasar página de las malas.”
La vida es un viaje sin timonel. El mío ha sido un caminar a la deriva. Miles y miles de kilómetros recorridos, millares de alboradas y atardeceres contemplados. Caminos transitados por toda la rosa de los vientos, con un final de etapa encorvado por el peso de tantos años, siempre afortunado y jubiloso.
La vida es como un río (como “mi río”) con sus riberas de alisos, zarzales y espadañas, mínimos arenales, choperas y pedregales… con aguas turbias y cristalinas, tranquilas y revueltas, profundas y superficiales.
Como la existencia de todo “bicho viviente”, la mía está empedrada de Memorias, Recuerdos y Sentimientos: reliquias y peripecias, penalidades y repiques de campanas. Según escribe Borges: “A medida que transcurren los años todo hombre está obligado a sobrellevar la creciente carga de su memoria.”
Estas MEMORIAS de una vida vulgar serán auténtico relato de memoria: sin diarios, autobiográfico, sin testimonios escritos ni fotográficos, sin dictados de abuelos o ancianos del lugar. No se trata de una crónica, porque aquí el “cronos” se va a reducir a cifras y fechas esporádicas: escasas fechas archivadas en el ordenador de mi cerebro, ordenador desordenado. Desordenados irán transcurriendo historias, historietas, cosas y casos contados con sencillez (como el protagonista mismo), con nostalgia, ternura y, a veces, con lirismo y reflexiones trasnochadas. Serán muy particulares y fragmentadas. Sin orden ni concierto. Dictadas por valores que para muchos resultarán obsoletos.
Al ser narradas a distancia y de memoria en un incesante peregrinaje, de acá para allá, pueden parecer inventadas o fantásticas. ¡Nada más alejado de la realidad! En tropel acuden a mi memoria vivencias imborrables e irrepetibles: paisajes, personas y personajes (con frecuencia desaparecidos) que el recuerdo idealiza y el simple revivirlos los embellece y magnifica.
De las sombras del pasado emerge un escenario primero, espacial y temporal: CARRASCAL de VELAMBÉLEZ, pequeñito, pobre y primitivo, acurrucado y perdido entre cerros y encinares. En él discurrirá casi un tercio de estas memorias. La primera etapa de mis aventuras y desventuras. Incluidas están unas breves estancias en ZARAPICOS, otra más breve todavía en VEGAS de MATUTE (Segovia) a los pies de la Mujer Muerta y los años de estudio en SALAMANCA.
Seguirá una segunda parte (con Palmira de coprotagonista) con La Boda y el traslado a Alemania (FRANKFURT/MAIN - UNTERLIEDERBACH). Aquí se nos sumarán Antje, Emma y Blancaluz.
Una tercera parte dedicaremos a ALGORTA y DEUSTO, donde se incorporará Lucila, para finalizar en Madrid, MAJADAHONDA, LA COLINA DE VALMIGUEL, etc., etc., etc. Irán incorporándose los puntales o bastión de esta empalizada, Juan, Quique, Jorge, Joseba… para ceder los bártulos a la juventud, que debe poner el punto final a nuestra empresa. Pues, para ellas cinco: Irene, Teresa, Paloma, Adela, Patricia y para él: Andrés, para pequeños (Inés y Martín) y mayores, para conocimiento y solaz (y, si fuera posible, divertimento y aprendizaje): ¡todas estas páginas hilvanadas en servicio de cariño, en las que (como en la vida) daré lo mejor de mí, lo peor me lo reservo!
6 comentarios:
Wow! qué buena introducción! me has dejado con la intriga Opa! Qué ganas de que llegue el primer capítulo! Un beso enorme!
¡Magnífica presentación! Estoy deseando leer todos los capítulos que siguen. ¡Un besazo y mucho ánimo con su escritura!
Bueno, bueno, ¡queremos más! que nos has dejado con la miel en los labios.
Besos y ¡a seguir adelante! que queremos seguir leyendo.
Besitos
Todo a su tiempo... el octogenario afortunado escribe tanto, que las mecanógrafas y revisoras ¡no damos a basto! Aún así, nos hemos puesto una meta: un capítulo por semana. Así que... ¡está a punto de salir el capítulo 2! Besitos...
oooooopaaa, que introducción, yo también me he quedao deseando leer el siguiente! enhorabuena!
Decís que:"La vida es un viaje sin timonel. El mío ha sido un caminar a la deriva." Pero que intuición la tuya, porque el camino recorrido tiene una marca que dice:Por aquí pasó Manolo. Además la tuya no ha sido una vida vulgar. Son pocos los que preparan el surco,luego siembran y después cosechan, y como si fuera poco también enseñan.Muy emocionante, llega al corazón.
Un abrazo desde La Plata,Argentina
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