Poemas que no mueren. Libros que envejecen.
En un día de Reyes, 6 de Enero de 1905, moría en un pueblecito del norte de Cáceres, a los 35 años de edad, el popular poeta “salamanquino-cacereño” JOSÉ MARÍA GABRIEL Y GALÁN. Analogías y similitudes vivenciales: infancia y primera juventud en pueblos salmantinos y cacereños, escenarios y vivencias profesionales comunes, que motivaron algunos de los más afamados y famosos poemas del poeta. Y vivencias literarias de este bloguero, que ya de niño -en la paupérrima escuela “mixta”, ¡y sin libros!- de un pueblo vacío -¡sin luz eléctrica ni agua corriente!- recitaba de memoria el poema “Idilio” -"la pavera”- versos vivenciales infantiles! Idílica escena picaresca de parejita campesina guardiana de los pavitos en el poema del poeta, y también con nueve o diez añitos el bloguero cuidaba de que los pavos no comieran los cereales de las eras y no se perdieran en sus correrías tras los saltamontes en los eriales de la campiña. También de adolescente jugaba el bloguero al romántico juego de adivinar el color de los “capullitos de amapola”: "si eran blancos… monja. Y fraile si eran rosa”.
Dejemos ahora que nos deleite Gabriel y Galán con los “idílicos” versos de…
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“El poeta más grande será siempre el que más enteramente se comunique”, según palabras del ilustre prologuista de la edición de que disfruto -¡casi centenaria! (1935)- Juan Maragall: “La poesía de Gabriel y Galán es de las que atan lazos, compenetración de tierra y musa. Influencia de la naturaleza, voces de los pueblos”.
Un ejemplo más de los numerosos que pudiera aducir es el “Vaquerillo”, otro más de la serie “Campesinas”. Poema con dejes autobiográficos del poeta.
EL VAQUERILLO
Y si “Poesía no es otra cosa que palabra viva”, “vivitos y palpitando”, que diría Gabriel y Galán, continúan coleando en mi ajada memoria algunos de sus poemas: poesía social -dialectal, sin precedentes e insuperables, ofrecidos en “Extremeñas”, según palabras del ilustre pensador y escritor catalán, uno de los famosos prologuistas de “mi” edición favorita, J. Maragall:
“La poesía grande, la única, gusta
mucho de brotar en dialectos. Dialecto es la constante de las lenguas en boca
del pueblo que es como si dijéramos la madre tierra de las palabras”.
Ejemplo elocuente…
Con Gabriel y Galán se fueron -según se
quejaba ya el poeta hace más de un siglo- “los pastores y segadores de su
abuelo, que alegraban las majadas con historias y cantares”. Pero se fueron
también los “Vaquerillos”, con su “Galana” y los ganaderos y gañanes (véase
el poema “El gañán” y las “Montarazas y Alquerías”
extremeñas-castellanas. Y tantos y tantas y tantos... recogidos en sus “Campesinas” y “Extremeñas”… “Poesía popular que no muere… Poesía grande, la única
gusta mucho de brotar en dialecto… Dialecto es la constante de las lenguas en
boca del pueblo, que es como si dijéramos la madre tierra de las palabras
“Continuo acudiendo a Maragall: Palabras de la Poesía popular que no muere.
Sirvan de ejemplo una más, “religiosa”, pero que el autor -o el editor- no la
recoge en el apartado Religiosa del segundo tomo, sino que figura capitaneando
el apartado Extremeñas, y es una de las más populares y más recitadas: El Cristu benditu, de la que ofrecemos
los primeros versos. Una de las más populares y de las más recitadas en
círculos y tertulias literarias. Inolvidable e histórica fue una de ellas. La
celebrada en el Centro de Mayores de Majadahonda, presidida por una nieta, que
vivió en Majadahonda, y un nieto residente en Madrid.
EL CRISTU BENDITU
PS: Para no abusar de la paciencia de los lectores amigos de este Blog con el extensísimo poema de Gabriel y Galán, en extremeño, “El Cristu benditu”, dejamos para el próximo capítulo el apartado “Libros que envejecen”.