La nueva generación de vendimiadoras Ilustración de Patricia Alemany Glez |
Pero mientras el enamoramiento del novelista húngaro y el
de su esposa comenzó en su madurez, el de este bloguero abarca toda su
existencia. Pues, ya en su infancia este rapazuelo, “espantapájaros” de
profesión y de devoción, disfrutaba como un enano defendiendo, a gritos y
aspavientos de las enormes bandadas de estorninos -arrasaviñedos- las
uvitas de la viña modélica de su padre Benjamín en el entorno íidílico
vitivinícola del Zarapicos, hoy desértica panorámica, plaga de las placas
solares. ¡Huelga la entristecedora alusión!
Pasemos página a la viñita de hoy, a la viña de “La
Bandera” en Palacios del Arzobispo (Salamanca), herencia familiar de Palmira. Y
aunque la extensión de la finquita no sea comparable a la gigantesca italiana
de F. Maté, pues no asciende a la hectárea su extensión -y la de la viñita no
sobrepase la mitad de la parcela- antaño huerta, prado, frutales, charca, etc.,
etc., lamentable y parcialmente descuidada hoy y cercada por fincas colindantes
abandonadas, pasto hoy de la maleza: salvada por el altozano de poniente, por
la viñita -ejemplarmente cultivada por el trío de “viticultores amigos” Luis,
Claudio y Juan Calles.
Hoy La Bandera Viña es sinónimo de Uvas, Vino,
Bodega, Vendimia, Reunión familiar en pleno con allegados, familiares e
invitados -procedentes de Majadahonda, Guadalajara, Vizcaya, etc.: compañía y
ayuda insustituibles de Regalados, procedentes de Bilbao y de la Calvarrasa
salmantina.
Vendimia es también tradición de Cocido madrileño familiar, hasta el
pasado año obra y arte de la cocinera Emma
en su cocina del pueblo. Dignamente sustituida hogaño por el cocinero Sergio,
versado en estas lides.
¡Ah! Y hablando de banquetes y celebraciones culinarias de
Vendimia no podemos silenciar el reconfortante, idílico y tradicional Aperitivo en la plataforma de la caseta
-coronación de la tarea recolectiva y premio tradicional a los exhaustos
vendimiadores de hogaño.
Pues Bandera y Viña forman cuarteto con Caseta
y Pozo de abundantes y cristalinas aguas y nuevo y flamante brocal.
Fuente de riego antaño, hoy plataforma con sólidos asientos, solidas piedras de
cantería, obra y arte de los actuales jóvenes propietarios, refectorio
para el merecido aperitivo postvendimia y la obligatoria merienda
campestre veraniega a la sombra del gigantesco roble y en compañía del humilde
membrillero.
Y pasando de lo positivo y culinario a lo romántico, a lo
atmosférico: Bandera, pozo, plataforma, etc., etc., significa también
Atardeceres y Puestas de sol veraniegas de belleza insuperable: el sol estival
ocultándose tras el verde viñedo modélico de los amigos Calles (Luis, Claudio y
Juan) espectáculo sin igual, cumplidores a rajatabla del proverbio
popular “Escarba a su tiempo, poda en su día, azufra por San Juan y
vendimia por San Miguel, y en vez de cinco recogerás diez”.
Las vendimiadoras y vendimiadores de hogaño de La Bandera
han cumplido a rajatabla el cuarto mandamiento del viticultor. Es más… la
vendimia de la Bandera 2023 pasará a la Historia como Vendimia histórica, pues
de reseñar es la incorporación a las vendimiadoras de una nueva generación:
nuestra bisnieta Amelia, dos añitos
y medio, ¡vendimiando como una profesional! “El viejo pone la viña y otras
generaciones la vendimian”.
Digna de reseñar es también la jubilación definitiva
del senior de la cuadrrilla -el Opa Manolo- alma, corazón y vida de La Viña la
Bandera ¡durante largo medio siglo! Si bien no ha renunciado oficialmente al
cargo, pues a través del móvil y el teléfono continúa “participando y
disfrutando activamente”, recibiendo bella y abundante información
fotográfica de todo tipo y el regalo de una gran caja de malvasía -con algún
racimito de moscatel y verdejo, y un “paar” -en alemán varios- de dulcísima
negrita- ¡delicia insuperable para el desayuno del Opa!
Para los herederos y cuidadores de la Bandera está casi
terminado un mapa y a medio hacer un manual de La Bandera, en la que figurarán
todas las variedades de uva plantadas en la viña desde que el abuelito de
Palmira plantara las primeras, hasta las últimas que hemos ido sustituyendo a
lo largo de los años, para que no se pierda esa información tan valiosa e
interesante. La Viña La Bandera es un muestrario de nada menos que 20 especies
distintas de uvas. Ahí queda eso…