La España vacía: Pueblos
“chicos” - Añoranzas grandes e Historias fantásticas
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Mapa Tierra de Ledesma |
La oscura Historia de mi “solar chico”, nostalgia
agazapada en los jardines de la infancia y adolescencia, resucita en esta
prórroga dadivosa de mi senectud, empeñado este bloguero en aclarar dudas y
desvelar historias: orígenes y toponimia de “mis pueblos”. Simplemente la
singularidad seductora de su toponimia, la musicalidad y originalidad de sus
nombres: Carrascal de Velambélez, Zarapicos, Florida de
Liébana, Almenara de Tormes, Juzbado, San Pedro del Valle, Palacios del
Arzobispo, Añover de Tormes, Santiz, Zamayón, Torresmenudas, San Pelayo de la
Guareña, Villaseco de los Reyes… Las arcaicas estampas de antaño y las modernas
de hogaño de todos ellos, ¡y muchos más! - alimentan mis sueños y alargan mis
duermevelas.
Nostálgica pero feliz, todavía hoy,
mi nonagenaria naturaleza continua aleteando por valles y arroyos, por
montículos y encinares, por sus callejuelas y sus plazas, por las márgenes de
“mi río”, por el campanario, la torre y las campanas de “mi” iglesia.
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El bloguero con su amigo Feli en el parque |
“Mi patria es mi infancia”, sentenciaba Rilke. Yo añadiría...
¡y mucho más!: mi adolescencia, y mi juventud,
mi familia y amigos. Mis caminos y mis paisajes: mi viña y mi huerto,
¡mis pájaros y sus nidos!, ¡mi escuela!: el Amicis Corazón, y el mapa de
España. Sus leyendas y sus orígenes medievales, etc., etc. “El Presente sería
nada sin el Pasado”. Recuerdos que no mueren, lazos de los que no logras
desligarte… ¡El Pasado también sería nada sin el Presente!
Tan extenso como introductorio prólogo viene a cuento
de llamada telefónica de mi hija “alcarreña”
Antje comunicándome, exultante y sorprendida, que una amiga, encajera
madrileña, había estado en Zarapicos de excursión, hacía más de una veintena de
años, quedando sorprendida de la belleza del lugar y la noticia de que allí
vivían un escritor y un pintor famosos. Cierto lo del primero. Allí vivió José
Luis Martín, profesor, historiador y político de renombre. Pero lamentablemente
no conozco al artista del pincel. Pero comparto
plenamente opiniones y sensaciones de su amiga.
Armonizar Presente y Pasado es uno de los objetivos
prioritarios de este Bloguero, siguiendo la súplica de mi hija: ¿Por qué no
escribes algo más sobre la historia de tus pueblos y completas el capítulo “El
triángulo amoroso”, del primer tomo de tus “Semblanzas”?
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Escuela antigua de Carrascal |
Pues… obras son amores. Y aunque la Historia no figura
en mis predilecciones, sí lo han sido - y continúan siéndolo - la Geografía y
la Lingüística. Y en especial la Toponimia. En mi autodidactismo escolar, en la escuela mixta de mi inolvidable Carrascal -
con magnífico edificio sinpar en la comarca ledesmina - con
un solo mapa de España adornando sus muros, presumía el rapazuelo de “saberse” de
memoria y de carrerilla, el número de habitantes de cada ciudad española y el
nombre de los partidos judiciales de todas y cada una de las provincias.
Pero volviendo a la Toponimia, habría que añadir a
ésta mi debilidad por la Antroponimia y la Etimología. (¡No te olvido querido
amigo Rudi Reidinger - versado en latines, aunque germano - cómo disfrutábamos
jugando a las etimologías léxicas acompañados del Diccionario de la RAE!). Pero
antes de pasar más adelante, debo confesar humildemente que este capítulo no
hubiera tenido lugar sin la excepcional ayuda de mi compañero y paisano Ignacio
Coca y a su tesis doctoral “Toponimia de la Ribera de Cañedo”: “obra pionera,
magistral, imprescindible en el campo lingüístico-geográfico de la toponimia”.
E imprescindibles también para conseguir el
soñado objetivo - ¡añoranza tanto tiempo rumiada! - de demostrar que el
topónimo de “mi pueblo Carrascal de Velambélez” - es uno más de los “nombres de
personas convertidos en nombres de lugar” de las aldeas de la repoblación
medieval del alfoz de Ledesma.
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Iglesia de Carrascal en la actualidad |
Los antropónimos del s. XII - Vela y Vélez como
ejemplo - son nombres identificados, producto de bautizar la tierra conquistada
o repoblada con el nombre del donante o repoblador. Carrascal es fitónimo
frecuente en la margen izquierda del Tormes entre Salamanca y la Tierra de
Ledesma: Carrascal de Barregas, Carrascal de Olmillos, Carrascalino, Carrascal
del Obispo, Carrascal de Pericalvo. Mi Carrascal de Velambélez, relegado y
marginado ¡durante siglos y siglos! como pedanía de San Pedro del Valle, ha
saltado a las páginas de actualidad turística merced a la joya monumental
artística de su iglesia la Virgen del Castillo, una de las mas célebres - con la de
Almenara - de la época de la repoblación de la ribera del Tormes por Don Raimundo
de Borgoña, yerno de Alfonso VI, - casado con su hija Doña Urraca - y el
Conde Vela de Aragón, por mandato del rey Castellano-leonés (+1009). Y
según consta en alusión implícita en el Romance del Rey don Alonso, que ganó
a Toledo...
… Esto fue aquende el río
que agora Tajo se llama,
sin otros muchos lugares
que allende el río ganara.
Luego en ganando el lugar,
de cristianos le poblaba,
luego le hace su iglesia,
luego le pone campanas;
dejólos fortalecidos
y a Toledo se tornara.
……
Pero de esta historia y… mucho más, en el próximo
capítulo. Ambos dedicados a: Alberto Torres, joven y admirado alcalde ejemplar,
y a Feli Martín, Colás, Castor y Francisco, inolvidables y queridos vecinos y
amigos en la distancia. Todos ellos - con el “embellecedor, artesano real, José
Torres - “alma, corazón y vida” de “nuestro” pueblo.