Los jardines, la
jardinería y la horticultura han estado siempre ligados a la rica
tradición paisajística familiar. Esfuerzo y trabajo, fascinación e
ilusión armonizados. La imagen del jardín es reflejo de nuestro
mundo. Nuestro jardín siempre ha sido campestre. Nada de jardines
urbanos, de chalets convencionales, ostentosos y sofisticados.
Pinar y zona de recreo en La Colina de Valmiguel |
Nuestro jardín es una
sala de estar al aire libre, al sol o al fresco. Un solarium de
relajación. Placidez y paz. Sillas multiusos dispersas a discreción.
Una mesa familiar y pequeñas mesas redondas metálicas
supletorias. Un perrito. O varios. Libros y herramientas
desordenadas. Niños y niñas jugando, predominando las últimas.
Gorriones chirriando y acompañándonos a todas horas y en todo
tiempo. Siempre la palomita turca arrullando. Una hamaca, varias
tumbonas… Una siesta con tertulia. Una cerveza, un vinillo o un
chupito. Una fiesta familiar. Un cumpleaños o varios aniversarios.
Una disculpa para celebrar: una barbacoa, una parrillada o paellada.
¿Hay quién dé más? Pues… sí: la festiva, culinaria,
multitudinaria, musical y entrañable “ Herrerada “, encuentro
veraniego de todos los Herrero en el “parque” de la Colina o en
el corral- o patio- jardín de los Regalado en la plaza de Palacios o
en las tenadas de Emma-Juan en la calle la Fuente del pueblo.
Ceremonias terapéuticas: ¡La terapia de las flores, del huerto, de
la armonía familiar! Jardineros y hortelanos
en permanente, ilusionada y aplicada formación: lecciones de poda,
de abonos, de trasplantes, injertos, albañilería… (barbacoas y
rocallas).
Parra en las tenadas de Emma y Juan |
Florida entrada a casa de Lucila y Joseba |
El autor en Las Matas bajo el níspero |
“Prefiero un jardín lleno de pájaros a uno lleno de cerezas.
Gustoso les cambio las frutas por sus cantos.” ( Anónimo)
En el anterior museo
de jardines figuraba, exclusiva y merecidamente, el quinteto de los
jardines familiares directos. No podemos, sin embargo, marginar otros
jardines históricos, en los que muy directamente intervino la mano
del Opa:
Jardín de Unterliederbach, nevado |
El jardín de Cabanillas |
“Del monte en la ladera por mi mano plantado tengo un huerto.”
El jardin de mi hermana Aurora en Aldeatejada - jardín y huerta a la
par - destaca con luz propia. No solo por sus gigantescos chopos,
piñoneros, cedros y acacias. Sobresalientes eran sus ajos-de los que
surtía orgullosa a la familia- sus pimientos y tomates. Pero ante
todo y sobre todo, la exposición de sus geranios- por su colorido y
exuberancia- en el porche, escalinata y aledaños. Tradición
continuada por Adela, Lucy y Conchita. Precisamente en el jardín de
ésta última, la Cabaña de Pozuelo, su “descansada vida”, mi
aportación se ha reducido a la de asesor de poda. De destacar en
este pequeñito cuidadísimo retiro es la esbeltez de su pino
“romano”, la exquisitez de sus albaricoques e higos y los
cosechones de membrillos.
Un
lugar especial ocupa en este recordatorio familiar. la inmensa mimosa
de los abuelitos de Palacios, la ya mencionada higuera de exquisitas
brevas, la umbría y fresca noria- compartida “por gracia en dos”
con la huerta del cura- ambas desaparecidas, y el hermoso trepador
arqueando la ventana del dormitorio, junto al pozo. …( foto del
Jardín de la abuelita María). La abuelita María fue modélica
figura matriarcal del corral-huerto familiar, celosa y
entusiastamente ajardinado y convertido en “estar” y merendero de
la familia Regalado. Y por último, una larga serie de jardines de
amigos y compañeros que acudían a la consulta del “ sabelotodo”
jardinero de familia.
El
del compañero de facultad Jaime Cerrolaza en el Pinar del Plantío,
plantado y estructurado en su totalidad por el maestro jardinero MJG.
Terraza de Ana y Rober (Algorta) |
Muchísimas
han sido las floridas primaveras disfrutadas en el museo familiar de
terrazas, huertos, patios y jardines. Me enorgullece y sosiega a la
par la promesa del proverbio hindú:
“!El que antes de su muerte ha plantado un árbol, no ha vivido inútilmente!”
Y sosiega mi ánimo y
premia cum laude el resultado de mi labor jardineril, el saber que
todos mis alumnos profesan la sabia filosofía china:
“Quien sabe apreciar la belleza del jardín tiene más mérito que el propio jardinero.”
1
Higueras 5 estrellas la de Cabanillas, la de los abuelitos Clemente
y María en la Repatilla y la de la calle La Fuente de
Palacios: ésta última por sus gigantescas y frondosas hojas, y
todas ellas como desayuno preferido de estorninos y gorriones. La
primera de la clase la de Quique, “ o terror dos mirlos”,
abastecedora de higos morados para toda la familia.